Una periodista especializada en la Corte Suprema reveló que el juez que estuvo detrás del 2x1 a los genocidas fue Carlos Rozenkratz.
Es Irina Hauser, de Página 12, quien contó la jugada del juez supremo afín al macrismo y que trabajó para el Grupo Clarín para sacar el fallo que benefició a los genocidas de la dictadura.
La periodista relata: "Tiempo atrás, antes de que Mauricio Macri nombrara a Rosenkrantz y Rosatti en el máximo tribunal, quien manejaba siempre la agenda de los expedientes que los supremos van tratando era el presidente del tribunal, Ricardo Lorenzetti. Hoy su poder dentro y fuera está en jaque y no toma todas las decisiones o, al menos, no lo hace solo. Lo que sucedió con este caso, el pedido de “2x1” del represor Luis Muiña del Hospital Posadas, fue una muestra de esa crisis interna, que no está exenta de la influencia del Gobierno. En un comienzo este expediente tenía un borrador de la secretaría penal –a cargo de Esteban Canevari– para ser resuelto de la misma manera que se definían hasta ahora este tipo de recursos las más de las veces: eran rechazados con el llamado “280”, el artículo del Código Procesal Civil que permite a los jueces tomar una decisión sin desarrollar fundamentos. La rechazan por “improcedente”, por ejemplo. Según ese borrador, Muiña hubiera seguido en su situación, que era de libertad condicional, mientras que a otros les hubiera tocado seguir detenidos".
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Detalla cómo fue la maniobra que realizó el magistrado apuntado por estar detrás del fallo que intentó indultar a los represores. "Quien advirtió la existencia del caso fue Rosenkrantz, el supremo más afín al gobierno de Cambiemos, ex rector de la Universidad de San Andrés, abogado de grandes empresas, entre las que su estudio representó al Grupo Clarín. Es el nombre que aparece en todas las sentencias de los últimos meses que trajeron retrocesos en las causas de lesa humanidad (como la que declaró que no son de acatamiento obligatorio para la Corte las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos), la que negó la sindicalización policial, las que retroceden en derechos laborales, la que mandó la causa sobre la muerte de Alberto Nisman al fuero federal como propició el ex jefe de Operaciones de la vieja Side, Antonio Jaime Stiuso. Rosenkrantz les dijo hace alrededor de dos meses a sus compañeros, que quería hacer una sentencia fundada sobre la aplicación del beneficio del “2x1” en un caso de lesa humanidad, el de Muiña", afirmó Hauser.
Y narra cómo hizo Rozenkratz para cerrar el círculo y finalmente que el escandaloso 2x1 sea aplicado. "Lentamente Rosenkrantz logró convencer a dos colegas. La más difícil era Highton, en el plano argumental, porque desde 2005 en adelante había acompañado con sus votos la política de Memoria, Verdad y Justicia, que ahora esta mayoría temeraria decide dejar atrás. En su voto ella aclara que siempre usó fórmulas sin fundamentos de fondo, como el 280, pero los abogados de los organismos de derechos humanos que conocen los casos de memoria, recordaron dos casos de apropiaciones de hijos de desaparecidos donde sostuvo que había que aplicar la ley penal más gravosa, no la más benigna. En una causa contra el represor Víctor Rei adoptó como propio el dictamen de la Procuración que planteaba aplicar la ley vigente en el momento en que se termina de cometer el delito (cuando un nieto recupera su identidad). En 2009, en otro fallo, ante una presentación del obstetra de la ESMA Jorge Magnacco, para rechazar la prescripción, sostuvo: “Para ver si el hecho prescribió, hay que contar desde que el delito terminó de cometerse y ver qué pena prevé la ley 24.410”, que era la ley penal severa, que elevó la pena mínima para los delitos de retención y ocultación de un menor de diez años a una pena de 5 a 10 años de prisión (antes la mínima era 3)", cuenta Hauser sobre el rol cuestionable de Highton de Nolasco que cambió el rumbo y terminó con este apretado fallo que salió 3 a 2 a favor del 2x1.
La periodista cierra su nota con un párrafo inquietante: "Puertas adentro de la Corte quedó claro que priman algunas apetencias del Gobierno de Cambiemos. Los tres supremos del “2x1”, es evidente, se recostaron en el discurso del oficialismo y la Iglesia Católica de la reconciliación; en las frases de campaña de Macri como la de “acabar con el curro de los derechos humanos”; en la puesta en duda del número de desaparecidos; en el desdén del Presidente cada vez que le preguntan en algún reportaje por los juicios a represores. Rosenkrantz y Rosatti, que le deben a Macri su lugar supremo, al que casi llegan por la ventana, por decreto. Highton, que le debe su continuidad pos 75 años, edad jubilatoria, gracias a que no apeló un fallo a su favor. No hace falta que nadie les pida nada, los jueces y las juezas son animales políticos".