Las incorporaciones refuerzan el surtido de la canasta y se suman al listado de productos alimenticios, de limpieza, higiene y tocador, que sufrirán un aumento, promedio, del 2,8% hasta el 7 de julio, informó el ministro de Economía, Axel Kicillof a la vez que destacó que "hubo una desaceleración en el aumento" respecto del trimestre anterior, donde el incremento de la canasta rondó el 3,3%.
"El programa tiene una muy elevada aceptación, la demanda se incrementó un 75% además de que seis de cada diez consumidores reconocen que buscan Precios Cuidados", destacó el titular de Hacienda.
La canasta alcanzará así a los 476 productos, y venderán los hipermercados, en tanto que los formatos más pequeños, de autoservicios de cercanía y barriales, que no comercializan frutas y verduras, contarán con canastas más reducidas.
El secretario de Comercio, Augusto Costa, detalló cuáles son los 28 nuevos bienes que se suman al programa oficial:
Los productos que se van, por cuestiones estacionales:
dos protectores solares y repelentes "se dan de baja porque ahora no serán consumidos ahora".
Los que se suman:
Escobillón, escoba, palita, lana de acero, yerba en kilo, leche chocolatada, enlatados, salsa de soja, jugo de limón, velas y alimentos para mascotas.
Costa precisó que, comparado con la primera parte del plan en 2015, las harinas de algunas variedades bajaron hasta un 8% a la vez que destacó que el pan no movió nunca el precio desde que arrancó el programa, en enero de 2014.
Por el contrario, el pollo y los útiles subieron hasta el 2% respecto del último trimestre mientras que el té escaló un 7% "por la suba internacional de los precios", según explicó.
El plan de Precios Cuidados fue lanzado por el Gobierno en enero del 2014 con 194 productos, con el fin de establecer precios de referencia para los productos básicos de consumo masivo, y los precios son actualizados en forma trimestral y se aumenta la cantidad de ítems incluidos en la canasta.
Paralelamente, en las últimas semanas tuvieron lugar operativos de Lealtad Comercial en varios supermercados para verificar que el gramaje publicado en las etiquetas de los productos coincida con el peso real de la mercadería.