El impacto de la reforma previsional sobre los ingresos de los jubilados es muy fuerte. Según un estudio realizado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Pública (ASAP), el cambio en la fórmula de movilidad y la forma del empalme causaron una baja del gasto de la ANSES de casi 65 mil millones de pesos, de los cuales 53 mil millones habrían ido a los jubilados en 2018.
El monto representa un promedio de 10.200 pesos anuales por cada jubilado, que alcanza a 5,2 millones de personas en la Argentina. Como la jubilación mínima actual es de $9.300, el recorte promedio supera a una jubilación mínima por cada miembro de la clase pasiva.
Otro estudio, realizado por el abogado Miguel Fernández Pastor, estimó una pérdida aun mayor para beneficiarios de la seguridad social: unos $18 mil por cabeza.
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En diciembre de 2017, el Congreso aprobó la reforma previsional, que cambió la fórmula de movilidad y se pasó de dos aumentos semestrales a cuatro trimestrales. La fórmula anterior tenía en cuenta el aumento de los salarios y de la recaudación, mientras que la actual actualiza los haberes según la inflación atrasada y la variación de salarios, que aumentaron por debajo del IPC.
En su primer año, la reforma previsional generó un aumento nominal de la mínima de 28,47%, mientras que el IPC subió entre enero y noviembre un 40,9% y se estima que cierre el año alrededor del 47%, diez puntos más.
De acuerdo a la estimación de ASAP, el recorte en los haberes llegó a los 59 mil millones. Luego, el Estado se comprometió a un bono compensador, que solo significó 2.400 millones de pesos de gasto, más otros 3.362 millones por la garantía del 82% móvil sobre el salario mínimo, para aquellos jubilados que hayan cumplido con 30 años de aportes. Por eso, totaliza 53 mil millones de pesos menos para la clase pasiva.
A eso habría que adicionar un recorte de 7.136 millones para los pensionados ($4500 anual por cada uno de ellos), y 6.117 millones para los beneficiarios de las asignaciones familiares y por hijo. En total, el recorte para la seguridad social implicó un ajuste de $64.938 millones en 2018.