El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 5 rechazó la prisión domiciliaria del condenado genocida de la última dictadura militar Raúl Antonio Guglielminetti, quien había hecho el pedido por considerar que su vida corría riesgo en la cárcel por la pandemia del coronavirus.
El fallo de los jueces Daniel Horacio Obligado, Adriana Palliotti y Adrián Grünberg basa su fundamento en los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y asegura que en las cárceles se tomaron las medidas correspondientes para evitar la propagación del virus como el protocolo de detención temprana que notifica casos sospechosos y la prohibición de actividades en conjunto.
"La mera invocación por parte de la defensa de encontrarse su pupilo dentro de la población de riesgo, no puede constituir un argumento de entidad suficiente como para modificar la modalidad de encierro al mantenerse su postura en el plano meramente conjetural y no verificarse la materialización del riesgo que justifique, de momento, acceder a lo peticionado", sostiene el fundamento del fallo.
El tribunal además pidió al director de la cárcel de Ezeiza que "brinde al nombrado Guglielminetti la atención médica y seguimiento que sus patologías exigen, así como la medicación que sea menester para su adecuado tratamiento".
No es la primera vez que Guglielminetti pide prisión domiciliaria. En 2017, la Cámara Federal de Casación Penal (CFCP) había rechazó la solicitud del represor, quien había justificado el pedido por su edad y porque "tenía que cuidar a sus tres nietos adolescentes".
Guglielminetti está detenido desde el 2006. En septiembre de 2017, el ex agente de inteligencia e integrante del Batallón 601 había sido condenado a ocho años de cárcel por su participación en delitos aberrantes en la causa conocida como "La Escuelita", en Neuquén, donde lo identificaron como torturador.
En un juicio anterior, junto a otros represores, fue condenado a 25 años de prisión por su participación en los delitos cometidos en los centros clandestinos de detención conocidos como "Atlético", "Banco" y "Olimpo". Entre los hechos que fueron juzgados en esa causa se encuentra la muerte de Lucila Adela Révora, madre del actual ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, ocurrida el 11 de octubre de 1978, en una vivienda del barrio de Floresta.
Con la vuelta de la democracia en 1983, Raúl Antonio Guglielminetti fue nombrado guardaespaldas de Alfonsín, debido a que todavía no se había hecho pública su participación en crímenes de lesa humanidad.