El caso del cordero arrojado desde un helicóptero a una pileta en Uruguay comienza a esclarcerse. El empresario Eduardo “Pacha” Cantón, fue señalado como el autor del hecho ocurrido en la residencia del dueño de Etiqueta Negra en Uruguay.
Integrante de la aristocracia argentina, Cantón construyó su casa en Carmelo en 1985 y también intervino en la construcción del aeropuerto de la ciudad. Es propietario de un puerto privado, del club de campo El Faro y de “La Toscanita”, una zona de casas con viñedos al estilo de La Toscana italiana.
En febrero de 2012, embistió a una canoa con su yate personal en el Delta de San Fernando, en la que viajaban una familia de cuatro personas, y una mujer de 26 años y una niña de dos años que murieron por el choque. Partió la barca al medio, en una zona en la que no debería estar navegando la gran embarcación.
De acuerdo al diario uruguayo El País, días después del accidente, el empresario escribió una carta a sus amigos en la que dio su versión del hecho. Contó que pese a su falta de experiencia, brindó asistencia a la familia afectada y las trasladó al hospital más cercano.
Desde el entorno de Federico Álvarez Castillo, CEO de Etiqueta Negra y su pareja, la actriz Lara Bernasconi, dejaron trascender que se trató de "una broma de muy mal gusto" ya que se trató de "un delivery canchero". Según publicaron medios de Uruguay, Álvarez Castillo le había comentado a Cantón que quería cocinar un cordero en la noche del 9 de enero, día en que ocurrió el lamentable episodio. "Pacha" es propietario de un helicóptero y siempre se mueve en él. Según interpretó, para el empresario, la nave "era la manera más fácil de llevar el cordero, para que lo comieran juntos".