Lula Da Silva, a pesar de haber sido condenado a doce años y un mes de prisión por un supuesto caso de corrupción, aún lidera con un amplio margen las encuestas de popularidad en Brasil. Pero es seguido en los sondeos por un diputado del Partido Social Liberal: se trata de Jair Bolsonaro, un ex militar que está en boca de todos cada vez que se expresa de manera pública.
Bolsonaro, en reiteradas ocasiones, ha puesto de manifiesto no sólo su expreso apoyo y devoción al golpe militar brasilero de 1964, sino su acérrima misoginia, machismo, homofobia y racismo.
En varias ocasiones ha amenazado a mujeres en cámara, como cuando le dijo a una diputada del PT “jamás te violaría porque no te lo merecés”. Además, aseguró que las personas negras “ya no sirven ni para procrear”.
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La popularidad creciente de Bolsonaro simboliza un ascenso de la derecha en Brasil, en un contexto social y político convulsionado por lo que para miles de brasileños es un “golpe de Estado” constitucional.
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