De esta forma, los automóviles importados que tengan un precio de venta antes de impuestos de entre 225 mil y 278 mil pesos, tributarán el 30 por ciento, mientras que para los que superen los 278 mil pesos, el tributo será del 50 por ciento.
En tanto, para los automóviles de producción nacional, el tributo será del 10 por ciento para el primer rango de valores y del 30 para el segundo hasta el 31 de diciembre.
Se trata de una actualización esperada por las concesionarias, ya que la última venció el 30 de junio, por lo que las ventas de la mayoría de los autos 0 kilómetros estaban paralizadas.
La medida fue publicada hoy en el Boletín Oficial a través del decreto 1243 que lleva la firma de la presidenta Cristina Fernández, del ministro de Economía, Axel Kicillof, del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y de la ministra de Industria, Débora Giorgi.
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En los considerandos del decreto se establece que "razones de política económica hacen aconsejable realizar ciertos cambios a los valores" establecidos en la ley de impuestos internos referidos a los automóviles, a la vez que es necesario "distinguir la tasa fijada para la percepción del tributo en los casos de vehículos producidos en el territorio nacional".
El impuesto a los autos de alta gama se aplicó por primera vez en enero de 2014 con el fin de evitar el drenaje de dólares que, según el Gobierno, generaba la venta de autos importados. Sin embargo, al poco tiempo se produjo una devaluación del peso contra el dólar, lo que sumado al impuesto generó un fuerte aumento de los autos nuevos, que contrajo el mercado durante todo el 2014 y buena parte del 2015.