La palabra final en "el caso D’Alessio” en que se investiga la red de espionaje ilegal que involucra a agentes de inteligencia, funcionarios judiciales, dirigentes políticos y periodistas, la tendrá la sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, la única que no suele manifestarse en sintonía con los intereses del macrismo de las cuatro que componen la máxima instancia penal del país. La noticia cayó como un baldazo de agua helada en el Gobierno y en el fiscal federal imputado en el caso, Carlos Stornelli.
Acaso, desde la Casa Rosada podrán aferrarse a la esperanza que les puede brindar saber que el fiscal ante el tribunal será Raúl Plee, un funcionario judicial con llegada al oficialismo. Stornelli, que faltó a cuatro citaciones indagatorias y fue declarado en rebeldía, ya se reunió con él.
La sala II salió sorteada el pasado 4 de abril para resolver recusación del juez federal Alejo Ramos Padilla que realizó Stornelli. Se trata del primer recurso que presentó el fiscal de la causa de las fotocopias, quien fue imputado por 7 hechos en el expediente (se le achaca valerse de esta red para intentar hacer desde cámaras ocultas a abogados hasta investigar al ex de su pareja). Entonces, había pedido apartar al magistrado de Dolores que impulsa el expediente. Sostuvo que había prejuzado y sido parcial.
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Ramos Padilla rechazó el planteo, que fue apelado ante la Cámara Federal de Mar del Plata, que volvió a darle la espalda al titular de la fiscalía N°4. “No se dan en el caso aquellas exigencias que la norma procesal impone para lograr el apartamiento del magistrado interviniente”, suscribió la instancia revisora (integrada por los jueces Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez), el 22 de marzo.
Como último recurso, Stornelli, se dirigió a la Casación Penal.
Tras el sorteo de este jueves, la sala II, integrada por Alejandro Slokar, Angela Ledesma y Guillermo Yacobucci, no solo resolverá el planteo de Stornelli. También deberá intervenir cada vez que se trate el caso en la Casación Penal. Esto es así por ser la primera sala que aborde la causa. Básicamente, tendrá la última palabra en cada planteo antes de llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que no tiene plazos para tratar los expedientes que ingresan.
Es decir, que “el caso D’Alessio” que tramita en Dolores y cada vez compromete más al Gobierno se resolverá en la única sala en la que el Poder Ejecutivo no tiene un fuerte poder de influencia.