11 de marzo, 2020 | 17.55

Preocupa el impacto del coronavirus sobre la reestructuración de la deuda, el dólar y la producción

La apertura de nuevos frentes de conflictividad pone en jaque a la propuesta argentina.      

La crisis internacional por el coronavirus genera preocupación en el ámbito nacional por el impacto económico sobre nuestro país. La reestructuración de la deuda, la evolución del mercado comercial y la presión sobre el dólar surgen como uan serpiente de tres cabezas que amenaza las expectativas del Gobierno.

En diálogo con El Destape, el director de la consultora Elypsis, Martín Kalos, puntualizó los efectos directos que pueden derivar la propagación del virus. El economista aseguró: "el freno relativo en la economía de nuestros socios comerciales nos impactan. Que China empiece a aislar y poner en cuarentena fabricas, poblaciones, ciudades enteras, o provincias como el caso de Italia, implica menos demanda y menos consumo".

Además, añadió que relentización económica también puede provocar "cortes en las provisiones dentro de los eslabones que componen la cadena de valores donde China está inserta". Al mismo ,tiempo agregó: "los chinos comen carne de cerdo y van a demandar menos, con lo cual nos puede afectar porque los cerdos se alimentan, en parte, de nuestra soja".

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"Otro problema puede llegar a ser la oferta, ya que en algunas cadenas productivas empezás a tener problemas en la provisión de insumos, por ejemplo las automotrices de Asia. Eso puede llegar a complicar las cosas si se expande en la región e impide adquirir insumos que Argentina hoy importa", destacó Kalos. 

De hecho, la consultora Abeceb reveló que las exportaciones de “carne y sus preparados” cayeron en enero un 33,4% en dólares respecto a su valor de diciembre. En gran parte, la disminución se dio por las menores ventas a China, que representan el 75% de las exportaciones.

Reestructuración complicada

“Se abrieron varios frentes de tormenta en el momento menos indicado”, afirmó el economista Agustín D'attellis, quien se mostró escéptico en torno al proceso de reestructuración de deuda que comanda el Ministerio de Economía. La apertura de frentes de conflictividad pone en jaque a la propuesta argentina.      

“Te la complica mucho cerrar un acuerdo sostenible sin un marco financiero estable. En este contexto de pánico mundial, la tasa del Tesoro a 10 años de Estados Unidos en mínimos históricos, proyección de recesión mundial... es muy difícil”, expresó. En esa línea, agregó: “Lograr una reestructuración sostenible es difícil porque la tasa que los acreedores van a exigir a un título argentino podría tornarlo inviable”.

Siguiendo con el análisis, D'attellis explicó si en los próximos días la crisis se controlara, puede haber un contexto favorable en medio de la recuperación de los activos internacionales. Sin embargo, consideró que la realidad marca que “el contexto negativo puede agravarse aún más”.

Según el cronograma publicado por la cartera que conduce Martín Guzmán, el 31 de marzo emerge como la fecha límite para cerrar un acuerdo con los tenedores de títulos argentinos. Bajo este nivel de incertidumbre, D'attellis aseguró que una prórroga es “ineludible”, aunque aclaró que “la concentración de vencimientos en abril y mayo tampoco te da margen para mucho más”. Por ende, la posibilidad de entrar en default se acelera.

Presión sobre el dólar

Otra complicación para el Gobierno es la presión que puede afectar al tipo de cambio. Para D'attellis, “hay una ola devaluatoria en la región por este movimiento de capitales que salen de activos de riesgo”. Y añadió: “no lo sufrís directamente por el cepo, pero puede ampliarse la brecha con los valores alternos y complica el tema precios”.

Asimismo, deslizó la posibilidad de que el Banco Central acompañe el ritmo general en algún momento porque de lo contrario “se va a generar un atraso cambiario”. Claro, un salto devaluatorio también puede alterar los objetivos de reducción inflacionaria y expectativas de crecimiento que tiene el Gobierno.