El financiamiento del consumo con tarjetas de crédito cayó un 6,8% en lo que va del año, motivado por las altas tasas de interés y por el plan oficial "Precios Transparentes", que eliminó las denominadas "cuotas sin interés".
La caída de los préstamos con tarjetas de crédito en términos reales fue mayor si se lo ajusta por inflación, al considerar que en los primeros seis meses del año el nuevo IPC Nacional avanzó 11,8%.
Según datos del Informe Monetario del Banco Central consultados por la agencia NA, desde que arrancó el año y hasta el 17 de julio último, el stock de financiamiento con los plásticos emitidos por bancos públicos y privados bajó 6,8% a 221.127 millones de pesos.
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Se trata del gasto que realizan los argentinos con las 6.123.994 de tarjetas de crédito que hay en el mercado, sin tener en cuenta los consumos originados con los 15.612.838 de plásticos de débito automático.
Esa caída se dio a contramano de lo ocurrido con los préstamos personales que aumentaron 26,9% en el mismo período, hasta los 280.904 millones de pesos, y con los prendarios, que se dispararon 31,3%, hasta los 69.869 millones, por la mayor venta financiada de autos cero kilómetro.
También muestra una ascendente perfomance el stock de créditos hipotecarios: en lo que va del año se incrementó un 26,9% hasta los 77.677 millones de pesos, un récord para -al menos- los últimos quince años.
El economista Amilcar Collante, miembro del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur), explicó a NA que el quiebre claramente se dio a partir del programa Precios Transparentes, lanzado por la administración de Mauricio Macri en febrero pasado.
Se trata de la medida oficial que obligó a los comercios a mostrar a sus clientes el costo financiero total de la financiación con plástico y prohibió la oferta de "cuotas sin interés", lo cual sufrió una marcha atrás en marzo por el impacto negativo que había tenido.
"Al ver el Costo Financiero Total, los consumidores lo piensan más y esquivan pagar altos intereses. Así, posponen consumos", dijo el economista al ser consultado sobre la causa que habría incidido en la caída de las ventas con tarjeta.
Otro efecto que conspiró contra los plásticos es el sustitución dado que los créditos personales crecieron mucho, con un incremento sustancia de aquellos préstamos que ajustan por UVA (al ritmo de la inflación oficial) para la compra de autos.
"También las personas que estaban muy endeudadas a través de sus tarjetas de crédito comenzaron a desendeudarse ante la incertidumbre económica y también, como pasada cada dos años, por el clima electoral", dijo Collante.
Y apuntó que se debe tener en cuenta que la tasa de interés de las tarjetas de crédito sigue "muy alta", en torno al 42% y 44% para quienes sólo pagan el mínimo porque sus economías personales o familiares presentan dificultades.
El stock de crédito con plásticos bancarios había crecido casi 28% el año pasado, lo que significó una caída del 9% en términos reales frente a una inflación anual del 41%, según la dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires.