Por la suba del dólar, no se imprimen libros en Argentina: editoriales, imprentas y papeleras sufren la crisis económica

La devaluación del 25 por ciento en un día impide que los proveedores tengan precios de referencia. Empresas en vilo. 

14 de agosto, 2019 | 16.34

La suba del dólar (aumentó 25 por ciento el lunes) paralizó la impresión de libros y revistas debido a que hay desabastecimiento de papel y tinta por la imposibilidad de determinar precios de referencia en medio de la inestabilidad cambiaria. 

El Destape se comunicó con decenas de editoriales, imprentas y papeleras que confirmaron la paralización y alertaron que una suba considerable de los costos puede llevar al cierre de fábricas en el sector vapuleado por la caída del consumo. 

Los principales inconvenientes son que el precio del papel, los pigmentos de tintas, las planchas de impresión y los servicios están dolarizados, situación que hace imposible calcular presupuestos. 

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Algunas imprentas debieron suspender la impresión de libros, revistas y folletería hasta que pase el temblor de la devaluación. A continuación el testimonio de las empresas: 

Paulina Cossi, de Editorial Planeta

"Hoy no hay precio del papel, por lo tanto no tenemos definido cómo seguimos con los precios de los libros. Vamos a esperar unos días para ver qué sucede". 

Constanza Brunet de editorial Marea

"En estos días es imposible que las imprentas te pasen un presupuesto, porque hay mucho material importado y hay muchas comodities que se eleva con el precio del dolar. Las empresas no tienen papel y entonces no pueden pasar presupuestos. Estamos todos muy preocupados en el sector". 

El sector gráfico atraviesa una profunda crisis que llevó al cierre de importantes firmas como la empresa Belcar que cerró su planta en San Justo y dejó en la calle a 72 trabajadores; la papelera Ansabo que bajó la persiana en Quilmes y despidió a 45 obreros; la fábrica Cartoon de Salta que echó a 10 empleados por WhatsApp y el grupo español SM que abandonó su sede en la Argentina y dejó sin trabajo a 200 personas, entre ellos editores, redactores y diseñadores gráficos. 

Hace ocho días, los dueños de la papelera Ansabo informaron el cierre de la planta ubicada en la localidad bonaerense de Quilmes y anunciaron el despido de sus 45 trabajadores. "No podemos ni siquiera comprar materia prima", afirmaron los propietarios a los empleados que se presentaron de forma pacífica en la firma para resguardar sus puestos.

A mediados de julio, el grupo español SM había informado por mail a sus empleados que cerrará su sede en la Argentina y de esta forma dejará sin trabajo a 200 trabajadores, entre ellos editores, redactores y diseñadores gráficos. La firma alegó que hubo una caída importante de las ventas que hacía tambalear las finanzas de la empresa y que existe una imposibilidad de acceso al crédito por las altas tasas de interés.

Franco Ciancaglini, director de Revista Mu:

"Estamos en pleno cierre y nos estalló esta bomba en las manos. Decidimos esperar a lo que pasaba el domingo y nos quedamos con la revista en la imprenta.  La imprenta con que trabajamos por el tema de la subida del dólar no nos puede pasar un presupuesto. Esto nos genera dos problemas: uno que no sabemos cuándo se va a estabilizar y dos cuánto va a aumentar el costo de impresión.

Estamos ensayando diferentes alternativas para poder lanzar la revista de igual forma. Esto nos golpea doblemente, porque somos una cooperativa que no tiene grandes espaldas para cubrirnos. Nacimos en el 2001, tenemos herramientas para sortear esta crisis". 

Guido Indij de la Marca Editora: 

"La situación en esta era es difícil. Los planes editoriales deben revisarse y la cadena de pagos se lentificó. Las librerías venden poco y pagan largo. Uno podría pensar que un dólar alto nos permitirá exportar más, pero Macri instauró retenciones a la exportación de libros. El papel va a subir como el dólar o más, pero los precios de los libros no puede subir más sin afectar las ventas hasta que no haya paritarias de salarios en abril de 2020. El panorama va a ser durísimo". 

Eduardo Amorin, integrante de la imprenta Grupos Piezas por Cooperativa Proyecto Coopar: 

"Es dramático lo que ocurre: no podemos cotizar a nuestros clientes, porque las papeleras no nos entregan el papel. Los costos como los servicios están dolarizados al igual que la tinta. Sólo pudimos terminar trabajos que ya teníamos comprometidos". 

Hugo Cabrera, de cooperativa imprenta Campichelo: 

"Nosotros imprimimos documentos de vehículos como el 08. En nuestro caso, tenemos varios de sus productos importados como los pigmentos de la tinta, las planchas y en nuestro caso el papel de seguridad, utilizado para documentación oficial. En Argentina, las papeleras tienen todos sus precios dolarizados. Nosotros estábamos imprimiendo un montón de Constituciones y no nos entregaban papel, porque no tienen precio de referencia. Todo está dolarizado, salvo nuestros salarios". 

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