En su primera aparición pública luego de la muerte de Alberto Nisman,
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Al tiempo que lamentó la muerte de Nisman, la Presidenta sostuvo que las casi 300 fojas del escrito presentado a Ariel Lijo "no tienen fundamentos". Por otra parte, vinculó al asesor del fiscal, Diego Lagomarsino (imputado por facilitarle el arma a Nisman) con el Grupo Clarín. Según la Presidenta, el colaborador de Nisman es hermano de uno de los integrantes del Estudio Jurídico Sáenz Valiente, "socio" del grupo comunicacional.
"Esta persona es un feroz opositor al gobierno, pudimos ver en su Twitter las groserías, esos insultos dirigidos a la persona de la Presidenta de la República", señaló la jefa de Estado en un mensaje por cadena nacional.
"A mí no me van a extorsionar, a mí no me van a intimidar, no les tengo miedo", desafió Cristina en su mensaje grabado en la quinta de Olivos. Se mostró dispuesta a que los jueces la citen "para brindar las explicaciones que sean necesarias".
La mandataria ratificó que el compromiso del Gobierno es "combatir la impunidad" en torno al atentado de la AMIA y recordó que el gobierno de Néstor Kirchner "no nombró" al fallecido fiscal.
Por cadena nacional, la mandataria hizo un raconto de las actuaciones del gobierno kirchnerista en relación a los delitos de lesa humanidad, lamentó que luego de 21 años del atentado no "haya ningún detenido" y defendió el acuerdo entre Argentina e Irán. "Estamos igual desde 2003. Queremos saber", dijo.
Además, Cristina Kirchner anunció el envío de un proyecto de ley al Congreso para modificar los controles del Estado sobre los servicios de inteligencia que, anunció, será debatido en sesiones extraordinarias durante febrero.
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