Una insólita respuesta entre las cartas de lectores de La Nación llamó la atención. Beatriz Arbasetti, presidenta de la Asociación Paranaense de Síndrome de Down, escribió al diario para cuestionar la “confusión” que provocó un editorial sobre el aborto en relación a las discapacidades, pero la contestación que recibió de la redacción fue impensada.
“A los padres de un joven con síndrome de Down nos agravia particularmente lo publicado por LA NACIÓN al respecto. Eugenesia y eliminación sistemática de personas con discapacidad son dos fantasmáticos argumentos que esgrime el editorial del domingo pasado. Con ello se pretende generar una deleznable confusión sobre el tema del aborto legal actualmente en debate”, expuso Arbasetti en referencia al editorial “Capacidades diferentes: aborto y humanidad común”, del 29 de abril.
La respuesta que recibió fue la siguiente: “Causa perplejidad que se defienda la lucha contra la discriminación de personas vivas con discapacidad y a la vez se proponga eliminarlas antes de nacer”.
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En el editorial se relaciona la discusión por el aborto legal, seguro y gratuito con la leyenda de los espartanos que mataban a los recién nacidos con malformaciones e incluso a las prácticas de los nazis durante el Holocausto en pos de la “raza aria”, con el fin de argumentar que la interrupción voluntaria del embarazo podría llevarse a cabo con fines “eugenésicos”, es decir, para mejorar genéticamente a la población.
De esta manera, llegan al extremo de asegurar que “estamos ante proyectos de ley que proponen la eliminación sistemática de las personas con discapacidad, sea por la causal específica o sea por el aborto libre y sin causa”, a partir de los proyectos que incluyen las malformaciones genéticas como causales para el aborto.
Ante esto, Arbasetti defendió que con la iniciativa del aborto legal “lo que se busca es proteger y asegurar la libertad de las mujeres, previniendo la muerte en condiciones innecesarias, indeseables e inhumanas”, y cuestionó que “los argumentos se defienden con la verdad, sin apelar a recursos perversos y equívocos”.
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