Por Juan Ignacio Agosto
Redacción "El Destape"
En 2011, Federico Pinedo advirtió que la única manera de disputarle el poder Cristina Kirchner era con una oposición unida. Por entonces la idea no prosperó y la actual mandataria obtuvo el 54% de los votos. A un año de una nueva elección presidencial, el titular de la bancada PRO en Diputados insiste en la necesidad de encontrar acuerdos que permitan construir una fuerza capaz de vencer a la "vieja política" y generar "un cambio", como les gusta definir a quienes militan en las filas del macrismo. En otras palabras: vencer al Partido Justicialista. Mientras espera una definición en el Frente Amplio UNEN, el PRO continúa con su armado en el interior, donde cada vez se acerca más al radicalismo.
En tanto, y en el marco de la discusión del Código Procesal Penal y la posible expulsión de extranjeros que delincan, Pinedo cuestionó la política migratoria argentina y señaló que "la entrada de delincuentes al país es absolutamente libre".
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"No se puede dar este mensaje el mensaje de 'vengan a delinquir acá, cometan delitos leves que después el gobierno argentino les paga el pasaje de vuelta'. Pero también es verdad que si no vas a meter preso al delincuente porque es un delito leve, es mejor que esté en su país", señaló Pinedo en diálogo con El Destape.
¿Está de acuerdo con expulsar a los extranjeros que delinquen?
Lo que está claro es que no hay que ser tan hipócrita y decir que hay que deportar a los extranjeros cuando los dejás entrar. La entrada de delincuentes a la Argentina es absolutamente libre. Si queremos dar un debate sobre los delincuentes extranjeros, primero hay que tener una política migratoria seria, que es lo que dijo Macri y casi lo matan.
¿Eso implicaría modificar la Ley de Migraciones?
Sí. La Ley de Migraciones es absolutamente permisiva. Tendría que ser por lo menos igual que la de los países limítrofes, donde necesitás tener ciertos antecedentes, ciertos recursos, decir a dónde vas a ir. Pero de nada sirve una ley mejor si no va a haber control en las fronteras, que además deriva en cosas más graves, que son el narcotráfico y la trata de personas. En este contexto, lo del Código es más una cosa de propaganda que de la realidad.
¿Y con respecto a la conmoción social para determinar la prisión preventiva qué postura tiene?
Hay cosas que son inaceptables. Por ejemplo, si un señor desconocido comete un delito, se va a su casa. Pero si el que comete un delito es un señor conocido, se genera una conmoción social. Ahí hay desigualdad ante la ley. La Corte definió la conmoción social como un hecho que genera un daño tremendo a la sociedad en su conjunto. Lo que querría es que definamos esas cosas. Que los que lo proponen lo expliquen y después lo acotamos razonablemente. O lo sacamos, no sé.
¿Cuál es la posición del PRO sobre la no criminalización del consumo de marihuana que propuso el titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina?
El debate que se tiene que plantear con sinceridad es si el Estado se va a retirar de la atención de los adictos o no, y noto que se miente mucho. Algunos dicen que quieren despenalizar el consumo, como si no estuviera despenalizado. Otros dicen que no hay que meter presos a los chicos que se drogan sino a los que comercian. Pero hay gente que quiere legalizar la venta, que es otro negocio. Eso genera una serie de otros fenómenos, mucho más complejos, como la idea de que drogarse está bien. Lo cual para gente adulta no tendría nada de malo, pero para los chicos de nueve años sí. Por otro lado dificultaría de manera extraordinaria la investigación del narcotráfico y llevaría a que el Estado se desentienda de la atención de la salud de los adictos.
Decir que no está mal que se drogue un adulto que quiera hacerlo es toda una definición.
Me refiero a un señor que tiene 40 años y dice: "Me quiero drogar". Es un problema tuyo, a mí no me calienta mucho eso. En lo personal no me calienta nada. Pero no es el tema. El tema es el narcotráfico, la manera de combatirlo, la forma en que se adueña de los chicos, la intervención del Estado necesaria para proteger a las familias que tienen un chico adicto y está fuera de su control.
No tengo idea qué va a hacer UNEN, donde puede que haya gente que no quiera un cambio y prefiera mantener una postura ideológica aunque pierda.
En el interior, en las últimas dos elecciones el partido trató de sumar figuras aisladas, ¿ahora está decidido a buscar una alianza con el radicalismo?
Hay algunas provincias que son regímenes como feudales en las que es importante generar un cambio, entonces muchas veces es lógico que tratemos de dar una mano para generar ese cambio. Y en el interior, de la oposición al kirchnerismo, los radicales son los que tienen más alternativas de cambio en distintas provincias, como Formosa o Santa Cruz. En otros lugares nosotros tenemos mejores condiciones, como en Santa Fe con Miguel Del Sel o en Entre Ríos con Alfredo De Angeli. Y en otras nuestros dirigentes pueden competir perfectamente con los radicales, como en Córdoba, La Pampa o San Juan.
El año que viene termina su mandato, ¿va a volver a ser candidato?
No estoy apasionado, pero tal vez. Creo que el próximo gobierno es un gobierno de coalición.
¿Independientemente de quién gane?
Sí. Porque ningún presidente va a tener mayoría propia en las dos cámaras. Entonces me parece que hay que hacer un trabajo muy importante de búsqueda de acuerdos y todos deberíamos colaborar. No tengo ningún deseo personal de ningún cargo en especial.
¿Preferiría retirarse?
¿De la política? No, creo que hay que dar una mano. Pero no me molestaría dejar el Congreso.
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