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El sindicalista precisó que los despidos que se esperan afectarán a operarios de "áreas de actividades especiales" y señaló que esa situación "va a golpear muy fuerte" a todo el sector, porque podría aumentar la conflictividad laboral.
En declaraciones a LU5, Pereyra indicó que el problema es porque a las multinacionales "no les cierran los números y se está trabajando en rojo. Entonces, si a Estados Unidos da la orden, hay que cumplirla".
En cuanto a las paritarias, el senador dijo que "no se puede ponerle techo, pero aclaró que "se puede negociar" y que los dirigentes tienen que "serenarse" para intentar alcanzar el mejor acuerdo posible.
Pereyra se mostró "preocupado" por la situación y dijo que espera reunirse con los dirigentes del sector y el Gobierno para resolver la situación crítica que atraviesa la industria hidrocarburífera en la cuenca neuquina.
"Siempre dije que Vaca Muerta está muy inflado", afirmó Pereyra y agregó que "ahora se empezó a desinflar", y aseguró que muchas empresas se instalaron, pero hay un freno en la actividad que se está "sosteniendo con subsidios porque no se exporta".
Con los despidos, de acuerdo con las palabras del gremialista, el acuerdo petrolero firmado por las empresas, los sindicatos y el Gobierno el 23 de diciembre pasado parece estar destinado a quedar definitivamente sepultado.
Ese día, se acordó una baja del 5 por ciento en los precios de los combustibles a partir del primero de enero de 2015, en el marco de un "plan integral" para sostener la actividad petrolera, con el barril de crudo en un promedio de 70 dólares a nivel local.
Las petroleras fueron beneficiadas con una baja de impuestos y estímulos para la producción y exportación, aunque luego presionaron y el entendimiento quedó en un segundo plano porque lograron cuatro aumentos de precios en lo que va de 2015.