Paul McCartney se mostró preocupado por el avance del coronavirus y la búsqueda de una vacuna que ayude a prevenirlo y, en su afán de comunicar sus temores, criticó a la población asiática por sus costumbres y hábitos. “Realmente espero que esto signifique que el gobierno chino diga: ‘Ok, muchachos, realmente tenemos que ponernos súper higiénicos por aquí’. Seamos sinceros, es un poco medieval comer murciélagos”, comentó en una entrevista radial con The Howard Stern Show.
“No sería tan malo si esto fuera lo único de lo que se puede culpar a esos mercados. Pero parece que el SARS, la gripe aviar y todo tipo de enfermedades también provinieron de ahí. ¿Y por qué? Por las prácticas medievales que se llevan a cabo ahí. Tienen que limpiar su práctica. Esto podría llevar a un cambio. Si no, no sé qué lo haría”, siguió, en referencia a los mercados chinos.
Para profundizar esta sentencia, el cantautor y ex beattle explicó: "Tiene mucho sentido cuando pensás en la obscenidad de lo que pasa en esos lugares y lo que resulta de eso. Podrían también estar tirando bombas atómicas: afectan a todo el mundo. Seguramente dirán que la gente hace esto desde tiempos inmemoriales y que es la manera en que hacen las cosas. Pero también la esclavitud se practicó durante siglos. Llega un punto en el que hay que cambiar las cosas”.
Al cierre de la entrevista, McCartney se mostró optimista por la situación, argumentando que ante las crisis la solidaridad es más fuerte. “Vimos varias formas de crisis antes, pero nada que haya afectado a todos en el mundo al mismo tiempo. Debo decir que es espeluznante. Soy de la generación que recién había salido de la Segunda Guerra Mundial. Mis padres la habían vivido y el espíritu que tenían era ‘lo superaremos, haremos lo que sea necesario, nos uniremos y trataremos de estar felices’. Ese espíritu es lo que necesitaban, y es lo que necesitamos ahora. Es lo que estamos viendo, mucha gente tirando para el mismo lado. Es estimulante”, concluyó.