Cambiemos intentará que las primeras paritarias que deban cerrar no pasen del 26% que proyectan de inflación para el año próximo. A esto se refirió Jorge Triaca, el próximo ministro de Trabajo, cuando adelantó que les pedirá "un esfuerzo" a los gremios.
El objetivo del próximo gobierno es que los aumentos se arreglen con un techo idéntico al alza de precios que el PRO estima en el presupuesto porteño de 2016. En caso de que los acuerdos lo superen, planean un tope del 30%.
Triaca aludió a esto con pedidos de "madurez" y de "esfuerzo" a los sindicatos a la hora de negociar, para que los reclamos no superen el máximo. Esta estrategia no fue reconocida por el vocero del flamante funcionario cuando fue consultado oficialmente por El Destape, pero es con la que trabajan los hacedores de política económica que dirigirá Mauricio Macri.
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En Cambiemos manejan la teoría de que la inflación se genera exclusivamente por suba de costos, y los salarios son uno de los componentes. Al tapar este factor creen que los precios se amansarán.
Si la devaluación termina de alcanzar la meta de un 45% para llevar al dólar a $ 14 en el semestre inicial, esto se trasladará casi directamente a precios, que pueden escalar por encima de las expectativas iniciales del Gobierno. Las primeras paritarias cierran en marzo, por lo que estos trabajadores acordarán sus aumentos antes de la aceleración de la inflación, que los hará perder poder adquisitivo.
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