Tras poner un límite a la paritaria docente del 25%, el ministro de Educación y deportes de la Nación, Esteban Bullrich, se desdijo pero no dio cifras concretas de una propuesta salarial. Los gremios que asistieron a la reunión (CTERA, CEA, SADOP, UDA y AMET) se fueron preocupados por no recibir una respuesta a sus reclamos y fueron convocados por Bullrich a una nueva reunión el martes 2 de febrero. Si no hay una propuesta satisfactoria, corre riesgo el inicio de clases.
"El ministro precisó que el supuesto aumento de entre el 20 y el 25% era la pauta inflacionaria que brindó Prat Gay, pero desmintió que sea el piso para discutir la paritaria docente", comentó a El Destape el secretario gremial de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Eduardo López. "Nos fuimos preocupados porque no hay ninguna definición a favor de los trabajadores", agregó el gremialista.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Acerca de la negociación, la Secretaria General Adjunta de SADOP, María Lazzaro aseguró que es "necesario lograr una pronta resolución para que el docente pueda tener una preparación como corresponde al inicio de clases y no esperar hasta el último día". Ante la posibilidad de que no se corrijan las diferencias que existen, Lazzaro advirtió: "Si no hay una definición de porcentaje, obviamente el ciclo lectivo corre riesgo de no iniciarse".
Por su parte, el ministro de Educación Esteban Bullrich propuso, para continuar con las negociaciones, una comisión técnica salarial que iniciará sus trabajos el martes 2 de febrero a las 10 de la mañana, en pos de evaluar cuál debiera ser el porcentaje de aumento del salario inicial. En tanto, la paritaria se encuentra en cuarto intermedio.
Esta situación dista de la definición que brindó esta mañana el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien aseguró que "están dadas las condiciones para ponernos de acuerdo" entre el Estado y los sindicatos para discutir paritarias, aunque sindicalistas evaluaron que su postura fue más "una expresión de deseo que una realidad efectiva".
Cerrar sesión