El juez federal Daniel Rafecas desestimó la denuncia presentada por su par Claudio Bonadio contra los fiscales Federico Delgado y Sergio Rodriguez, este último titular de la Procuraduría de investigaciones Administrativas (PIA), por irregularidades en torno a la investigación sobre el jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, por el presunto cobro sobornos de Odebrecht.
Rafecas hizo lugar al dictamen del fiscal del caso, Gerardo Pollicita, y rechazó la denuncia de Bonadio contra ambos fiscales, a quienes acusó por haberles recibido declaración testimonial a dos arrepentidos brasileños ya condenados en la causa "Lava Jato" -Leonardo Meirelles y Alberto Youssef-, sin tomarles juramento de decir verdad.
En tal sentido, tanto el fiscal Pollicita como ahora el juez Rafecas consideraron tal decisión como "admisible" dentro de las previsiones de la legislación procesal vigente, que en todo caso podría ser objeto de nulidad, pero que no constituye delito penal alguno.
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"Cualquier deficiencia que acaece en el marco de un proceso penal y que puede ser tachada de nula a criterio de alguna de las partes, no habilita el inicio de una investigación criminal", sostuvo el juez en el fallo.
De todos modos, Rafecas decidió aceptar a Arribas como parte querellante en ese proceso, de modo tal que podrá apelar la desestimación del juez y, en ese caso, será la Cámara Federal la que en definitiva resuelva si corresponde abrir una causa penal en contra de Delgado y Rodríguez por el delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público".
Se trata de los dos fiscales que le tomaron declaración al "arrepentido" del Lava Jato, Leonardo Meirelles, quien dijo haber hecho transferencias bancarias por más de 850 mil dólares a favor de Arribas en una cuenta a su nombre en Suiza.
El juez Bonadio tiene a su cargo una denuncia presentada por Arribas por falso testimonio contra Meirelles, quien testificó en su contra acusándolo de haber recibido sobornos de Odebrecht para acceder a la obra pública en la Argentina.
Semanas atrás, el juez dispuso la captura internacional de Meirelles y denunció a los fiscales Delgado y Rodríguez por la declaración al "arrepentido" sin tomarle juramento de decir la verdad, tal cual prevé el Código Penal.
En su fallo, Bonadio dijo que no estaban comprobadas las transferencia de las que habló Meirelles a favor de Arribas sino sólo la que él reconoció por 70 mil dólares por la venta de material mobiliario a un empresario brasilero en la que aquel intervino como intermediario.
En su dictamen, Pollicita había señalado que, "al observar las grabaciones de las audiencias cuestionadas, surge que los testigos al momento del acto procesal se encontraban acompañados por sus abogados defensores, siendo que todos ellos, previo al inicio de sus declaraciones prestaron consentimiento para deponer en carácter de testigos sin prestar juramento a los efectos de evitar consecuencias jurídicas sobre ellos". En función de ello consideró que por parte de los fiscales no hubo delito alguno.
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