Obama sancionó una histórica reforma inmigratoria

21 de noviembre, 2014 | 15.39
El presidente Barack Obama impuso la más profunda reforma al sistema de inmigración de Estados Unidos en una generación, disminuyendo la amenaza de deportación a unos 4,7 millones de inmigrantes indocumentados y configurando un enfrentamiento con los republicanos.

En un discurso en la Casa Blanca, Obama rechazó las críticas de quienes dicen que su decisión de eludir al Congreso y adoptar una medida ejecutiva equivale a una amnistía para inmigrantes ilegales y los instó a aprobar un proyecto de ley detallado que la Cámara de Representantes -controlada por los republicanos- ha bloqueado.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE


"Hoy, nuestro sistema de inmigración está roto y todos los saben", dijo Obama. "Ha estado así durante décadas. Y durante décadas no hemos hecho mucho al respecto", agregó. Los republicanos lo criticaron rápidamente, acusando a Obama de exceder su poder constitucional un año después de declarar que él no tenía la autoridad para actuar solo.

Con 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, el plan de Obama permitiría que unos 4,4 millones de personas que son padres de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales permanezcan en el país de manera temporal, sin la amenaza de deportación. Esos residentes indocumentados podrán postular legalmente a empleos y sumarse a la sociedad estadounidense, pero no podrán votar ni optar a seguros bajo la ley de salud insignia del presidente. La medida se aplicará a aquellos que han estado en el país por al menos cinco años.

Unas 270.000 personas adicionales podrían optar a eximirse de la deportación bajo la expansión de una medida de Obama del 2012 para detener la deportación de personas que fueron llevadas por sus padres de manera ilegal a Estados Unidos cuando eran niños.

Obama dijo en su discurso que la amnistía real sería "dejar este sistema roto de la forma en que está". Intentar deportar a los 11 millones de personas que viven en el país de forma ilegal no es algo realista, agregó.