Nilda Garré, ex ministra de Defensa y actual diputada nacional por el Frente para la Victoria, defendió su decisión de separar de sus cargos a un grupo de integrantes de las Fuerzas Armadas por no tener “vocación democrática” durante su gestión en 2010 luego de que el Gobierno de Mauricio Macri decida compensarlos económicamente y ascenderlos, a pesar de estar retirados.
Oscar Aguad, quien hoy es el titular de esa cartera, afirmó que en su momento se dejó fuera de las fuerzas a esos militares “por su apellido”, ya que muchos de ellos son familiares de represores de la última dictadura. Sin embargo, Garré lo contradijo y sostuvo que fue “por razones de mérita oportunidad y conveniencia” debido a sus actitudes.
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“No considerábamos adecuado ascender a esa gente. Nos parecía que no cumplían los requisitos de vocación democrática y apego a los Derechos Humanos”, explicó la diputada en diálogo con El Destape.
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Si bien admitió que de esos militares desvinculados “algunos eran familiares de personas condenadas por delitos de lesa humanidad muy graves”, ratificó que “la argumentación jurídica es que es fue por mérita oportunidad y conveniencia”, y que la autoridad política, como lo era ella en ese entonces, tiene la potestad de interceder para no ascender a quienes considere.
Esto, además, incluye a la ex presidenta Cristina Kirchner, quien gobernaba en 2010. En este sentido, Garré explicó que “la Presidenta podía no mandarle al Poder Legislativo un pliego si no está segura de estas personas”, en el momento en que la decisión de ascender a esos militares pasara por el Senado.
“Es una responsabilidad de la Presidenta si manda al Senado figuras que no sean una garantía de los valores que se quieren preservar en las Fuerzas Armadas”, sostuvo, y remarcó que estas personas “no eran adecuadas para integrar las Fuerzas Armadas que se buscaban”.