Murió el juez neoyorquino Thomas Griesa a los 87 años. El magistrado había dictado la sentencia en el "juicio del siglo", que determinó el pago a todos los bonistas en default, decisión que vulneró la economía argentina.
Según confirmó el diario La Nación, Griesa padecía severos problemas de salud y ya había delegado todas las causas referidas a la Argentina a la jueza Loretta Preska.
El conflicto judicial que dirimió Griesa había comenzado en 2003 cuando uno de los bonistas NML Capital, Ltd inició un juicio para exigir el pago total de los títulos de deuda sin aceptar quita. El canje al que accedió el 93 por ciento de los bonistas establecía un recorte en el pago de intereses.
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Los buitres se basaron en la cláusula pari passu que significa que la Argentina debe pagar a todos los tenedores de bonos no solo los que entraron en la restructuración de la deuda.
La corte falló a favor de NML Capital, Ltd en seis casos sumando un total de 900 millones de dólares y un total de 1.6 mil millones en daños. Como la Argentina se rehusó al fallo, NML pidió a la corte el descubrimiento de los bienes Argentinos en Estados Unidos y el exterior argentino buscando embargar propiedades argentinas en el exterior.
En 2014 la Argentina afrontaba vencimientos de pagos a los bonistas que entraron en el canje y pagó los vencimientos al Bank of New York Mellon (BoNY) un banco en Nueva York para que repartiera los pagos entre los distintos bonistas restructurados. Sin embargo Griesa congeló los pagos, y los dejó en suspenso. La medida -que fue hasta cuestionada por los Estados Unidos- llevó a que la Argentina cayera en default técnico.