El artista plástico Carlos Regazzoni, reconocido por su particular arte ferroviario, murió el domingo a los 77 años en el Hospital Italiano de la ciudad de Buenos Aires.
La muerte del reconocido escultor fue confirmada en redes sociales por su hijo, el dirigente de Cambiemos y ex titular del PAMI Carlos Regazzoni. "Se nos fue un grande! Abrazo Pa!", escribió el político junto a una foto en blanco y negro de su padre.
Regazzoni se destacó en el arte plástico por su estilo particular en el que se valía de la chatarra para crear sus obras. Esa impronta trascendió fronteras y lo llevó hasta a realizar muestras en París. Nacido en 1943 en Comodoro Rivadavia, de joven se traslado a la localidad bonaerense de Longchamps, Almirante Brown, donde se volvió una figura reconocida e instaló su taller.
"Yo empecé a pintar porque enfrente de las vías -yo vivía enfrente- un día veo un quilombo infernal: japoneses con casco que iban y venían, máquinas con luces de colores, levantaban 50 metros de vías y durmientes, parecían murciélagos. “¡Yo tengo que pintar! ¡Ni la foto es suficiente, tengo que pintarlo!”. Y ahí empecé a pintar el universo ferroviario”, contó en una entrevista con La Nación.
Su arte le fue merecedora de muchos premios. Entre ellos recibió el Gran Premio del 28º Festival de Pintura de Cannes-sur-Mer, en Francia y en el 2015, fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.