El líder de Camionero, Hugo Moyano, minimizó las ausencias de los dos dirigentes gremiales, Luís Barrionuevo y Carlos Acuña a la marcha del 21 de febrero y advirtió en la presión que está ejerciendo el Gobierno. También explicó los manejos dentro del gremio y denunció que existe “un discurso anti dirigente sindical” por parte de los medios de comunicación.
En una extensa entrevista con la conductora María O’Donnell en radio Con Vos, el dirigente sindical disparó contra el Gobierno y los medios que ponen en tela de juicio las prestaciones que da el sindicato y la obra social.
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Ante la pregunta sobre las ausencias de Acuña y Barrionuevo, Moyano relativizó: “Son dos personas menos, hay ausencias que suman y eso a veces ocurre en las grandes movilizaciones”.
Confió en que “va ser una marcha importante” y advirtió que “siempre pasa que hay gobiernos que presionan a las organizaciones gremiales para que no vayan, puede haber ausencias y son predecibles este tipos de cosas”.
“No nos afecta ni nos preocupa porque va venir muchísima gente y muchas organizaciones gremiales”, aseguró.
La convocatoria de Camioneros para exigir el pago de su bono y el repudio a las políticas de Mauricio Macri provocó una gran interna dentro del Triunvirato de la CGT. Analizó que “el tiempo dirá si el conjunto de dirigentes que conforman la confederación del trabajo quieren seguir funcionando así o si van a conformar otra comisión” y estimó que “en unos días se va saber”.
Criticó que Barrionuevo haya hecho lo contrario a lo acordado en la reunión de Mar del Plata en la cual se acordó “apoyar a las organizaciones gremiales que tienen dificultades”. No obstante, apuntó que “en estas situaciones las influencias del Gobierno son muy grande y la presión también, algunos dirigentes no están acostumbrados a las presiones”.
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“Yo voy a marchar con aquellos trabajadores que se sientan presionados por la falta respuesta de a los reclamos, yo voy a marchar con todo aquel que venga”, afirmó.
Bajo la misma línea, admitió la buena relación que tenía con Macri cuando era jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y reveló que “todos los viernes desayunaba con el colorado (Diego Santilli) para hablar sobre los problemas y ver cómo los solucionábamos”. “Como ahora no nos necesitan, ahora actúan de esta forma”, manifestó.
“El sindicalismo tiene una buena relación con el Gobierno cuando le da respuestas a los trabajadores, cuando no es así nos alejamos. Cuando quieren tener las organizaciones gremiales subordinadas a las decisiones de gobierno, eso conmigo no ocurrirá nunca, ni siquiera ocurrió con los gobiernos militares”, disparó.
Por otra parte, Moyano respondió a los que dicen que la marcha es una forma de escudarse de sus causas judiciales: “No me escudo con nada porque no tengo por qué escudarme. Me voy a defender en la Justicia como corresponde”.
Ratificó que el motivo que impulsa la marcha es “el reclamo de un bono que se cobra hace 10 años y que las empresas quieren pagar pero la cámara empresarial dice que el Gobierno no las deja”.
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En esa línea, recordó que “el Estado le debe a la obra social de Camioneros 1500 millones de pesos” y cargó con todo contra Graciela Ocaña a quien calificó como “una mujer que habla estupideces y sin autoridad porque si el Gobierno estaría al día no tendríamos déficit”.
Durante fuertes cruces con O’Donnell, la periodista le preguntó por las obras asignadas a las empresas su esposa, Liliana Zulet, a lo cual replicó con ironía: “No, si voy a llamar a Caputo para que lo construya".
Afirmó, asimismo, que los principales proveedores de la obra social y del sindicato son las empresas de su mujer, a lo cual, respondió: ¿A caso es un delito? No lo es”.
“Lo que a mí me preocupa para la obra social del sindicato es gastar lo menos posible y que hagan un buen laburo. No necesito a alguien que haga algo que es malo y encima me afanen, que nos cobren cualquier cosa y que no sea de calidad”, arremetió Moyano.