A 8 meses de iniciado el gobierno de Mauricio Macri, en materia educativa la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Graciela Morgade, analiza que "lo que parecía el respeto por la continuidad de los programas y las políticas que se venían desarrollando en realidad no se cumplió y esto genera desconcierto en las provincias que trabajan con estos programas". Además, apuntó que debido a la decisión de Esteban Bullrich de redefinir el presupuesto de la cartera educativa de una manera desconcentrada, "el Ministerio está perdiendo el lugar de garante de un piso mínimo argentino nacional para esos programas, como ya pasó con las orquestas".
Esto, según relaciona Morgade, remite a la experiencia vivida en la década del 90 cuando se produjo la descentralización de la educación, que consistió en la transferencia, por parte de la autoridad central, de la gestión y administración de los establecimientos educativos a las autoridades locales, ya sean provinciales o municipales. "Lo que ocurre es que cada programa pasa a ser analizado y negociado en ámbitos locales, pero con la amenaza de perder el presupuesto porque puede haber otras decisiones que se tomen a nivel local que no tienen que ver con lo educativo", explicó Morgade a El Destape.
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"Quienes trabajamos en educación tenemos la preocupación constante por el presupuesto y por cuidar los proyectos porque sabemos que como la educación es una política de largo aliento, la política local hace que a veces se desfinancien programas educativos", agregó.
Una de las consecuencias de la eliminación de estos programas socioeducativos es la deserción escolar por parte de chicos y chicas que por razones extra escolares no pueden continuar su formación. "Tenemos que trabajar en un acuerdo básico que es inclusión con calidad. Si la política educativa va a pasar por la evaluación, que desde algunos lugares la llaman meritocrática, significa que a los que les va bien siguen adelante y los que fracasan se vuelven a su casa, al mercado de trabajo si consiguen algo o a la calle", explicó la integrante del colectivo Conversaciones Necesarias.
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"La meritocracia lo que hace es ponerle la firma a una desigualdad que no es natural, sino que es una producción social que tiene que ver con las oportunidades de cada chico y chica. Las escuelas secundarias tienen que seguir trabajando en dispositivos de retención, que no se soluciona evaluando porque así vamos a sancionar, castigar y dejar afuera enormes poblaciones que en los últimos años tuvieron el acceso y el derecho", analizó.
Por último, Morgade se refirió a la relación del ministro Bullrich con los gremios docentes a partir de las medidas adoptadas. "No es casual que cuando se presentó el Compromiso por la Educación no estuvieron los sindicatos docentes más importantes de la Argentina y esto tiene que ver, no porque no fueron invitados sino que no se sienten convocados", explicó.
"Nadie en el campo educativo dice que están satisfechos todos los objetivos de inclusión y de calidad, pero no caben dudas que no es segmentando porque algunos van a quedar adentro y un montón afuera y van a ser ciudadanos de segunda. La educación es un derecho y es por eso que el Estado tiene que garantizar en todo el país un mínimo que todos los chicos y chicas tienen que disfrutar", cerró.
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