La devaluación y la quita de las retenciones a los granos dispuesta por el flamante gobierno macrista implicará una transferencia de recursos de toda la sociedad al sector agropecuario de más de $120 mil millones.
En caso de que Cambiemos lleve el dólar oficial a $ 14, como propuso Alfonso Prat Gay en el calor de la campaña, la reducción del impuesto a la exportación de la soja elevará el ingreso de estos campos desde $ 58.779 millones a $ 90.430 millones, calculado en base a la producción de este año. La diferencia entre ambos escenarios será de $ 31.650 millones.
Por las mismas políticas, los trigueros duplicarán sus ingresos, lo que disparará la rentabilidad del sector. Mauricio Macri anunció que eliminará por completo el arancel del 23% que deben pagar por exportar el cereal, lo que multiplicará la producción de $ 288 millones a $ 535 millones.
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El maíz verá un beneficio similar por la desaparición del tributo del 20%, pero con un volumen muy superior. Los productores de la oleaginosa facturarán $ 152.089 millones, en lugar de los $ 85.170 millones que van a ingresar en 2015.
En el caso de la carne, los ganaderos se quedarán con el 5% que antes administraba el Poder Ejecutivo. Esto les significará un ascenso de $ 19.499 millones a $ 53.716 millones.
En total, la nueva ganancia del agro será de $ 118.315 millones los que transferirá el Gobierno al campo desde el resto de los sectores, que se verán perjudicados por la menor recaudación del Estado. De acuerdo a las flamantes autoridades, la caída en el ingreso de la AFIP se compensará con otros impuestos. Sin embargo, la sustanciosa devaluación elevará el precio de los alimentos, lo que disminuirá el poder adquisitivo de los salarios.
Las retenciones no representan una traba para el crecimiento. De hecho, la producción de trigo escaló un 95% desde 2013, la sojera un 25% y la de maíz un 5%.