En el marco de la persecución política tras la consumación del golpe de Estado, México le concedió asilo político al presidente depuesto, Evo Morales. Tras las especulaciones que lo vinculaban a otros destinos, finalmente será el país gobernado por Andrés Manuel López Obrador el que reciba al mandatario.
En un mensaje urgente convocado a los medios de comunicación sobre la situación en Bolivia, el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, dio a conocer que Morales aceptó el ofrecimiento de México para asilarlo. La administración mexicana ofreció desde el inicio asilo al expresidente y a otros funcionarios de Bolivia, a diferencia de Argentina, Chile y Brasil, que habrían rechazado incluso el ingreso del avión de Morales a su espacio aéreo.
En ese sentido, la Cancillería informó sobre 20 políticos bolivianos que solicitaron el asilo político en la embajada mexicana en Bolivia, pero no se dieron a conocer los nombres por razones de seguridad.
Horas después de la renuncia forzada por las fuerzas armadas y otros grupos civiles, varios medios especularon con que el avión de Evo Morales había despegado del aeropuerto de El Alto rumbo a Argentina. Después se reportó que la aeronave había aterrizado en la ciudad de Chimoré (Cochabamba, Bolivia).