Los candidatos a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, y por Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, revelaron sus propuestas sobre ejes determinantes como el pago al FMI, las condiciones laborales y la reforma previsional.
Con un plan de gobierno que apuesta a la producción local, el sostenimiento de las leyes laborales y previsionales, la renegociación de la deuda y la construcción de un país federal "en serio", Fernández trazó claras diferencias con las políticas de ajuste, flexibilización y sometimiento a los organismos de financiación extranjeros que anunció Macri, en un informe publicado por la Nación.
Mientras Macri reafirmó la intención del Gobierno de realizar una reforma laboral con el eufemismo de una "legislación laboral moderna", el candidato de Todos rechazó de plano la pérdida de derechos y denunció que "eso implica precarizar", al tiempo que sostuvo que "hay que liberar la discusión salarial" y para eso prometió incentivos fiscales para la producción.
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En esa línea, Alberto también negó una reforma previsional que afecte a los jubilados y apuntó a "recuperar el poder adquisitivo de los que trabajaron toda la vida" junto con una "plena cobertura de medicamentos en PAMI. Mientras que Macri remarcó que se "debe diseñar un nuevo régimen previsional", es decir una reforma contra los jubilados.
En cuanto a la deuda exuberante que el macrismo contrajo con el FMI y que afecta la implementación de polticas públicas, el líder de Juntos por el Cambio se mostró firme en la postura de mantenerse bajo el asfixiante control del organismo financiero sin impulsar una renegociación de los términos del acuerdo. "Los desembolsos del programa acordado en 2018 terminan el año que viene y si quisiéramos un nuevo acuerdo deberíamos sentarnos a discutirlo recién en 2021", se justificó.
En contraposición, el representante de Todos destacó que en sus conversaciones con enviados del FMI ya anticipóp que trabajará en un cambio en el acuerdo "porque quedó demostrado su fracaso". "La inflación sigue muy elevada, la economía no crece y no se va a cumplir la meta de déficit primario cero. Están destinando las pocas divisas disponibles a sostener una estabilidad cambiaria ficticia. Le mostraremos al FMI la consistencia de nuestro programa y la necesidad de financiar esa transición en la que nos metió Macri", explicó.
En términos económicos, Macri eludió sus responsabilidades sobre la política cambiaria y la inflación y lo delegó en el Banco Central. "Sí podemos decir que no creemos en cepos o cambios de reglas para solucionar problemas de corto plazo", afirmó.
En las antípodas, Alberto resaltó la importancia de aplicar "medidas de protección" frente a la vulnerabilidad de la economía nacional para "prevenir esas crisis". "En la Argentina venimos de dos visiones extremas. El cepo cambiario generó más problemas de los que resolvió. Pero la desregulación sin límites de Macri resultó mucho peor. Debe haber una regulación que ponga límites a los capitales especulativos, pero en un punto medio", cuestionó.
Y le recordó al jefe de Estado su responsabilidad sobre los exorbitantes parámetros de inflación durante su gobierno: "El gran fracaso de este gobierno fue pensar que era un fenómeno exclusivamente monetario. No nos desentendemos del problema monetario, pero vemos que hay otros factores. Es necesario abrir un ámbito de concertación de precios y salarios con los grandes formadores de precios y los sindicatos. Tendremos una política monetaria y fiscal prudente, pero que incorpore algunos incentivos a la inversión y la producción".