Juan Carlos, el dueño de un puesto ambulante, ubicado sobre la avenida Figueroa Alcorta, fue intimado por el gobierno de la Ciudad para abandonar su negocio, porque no cuenta con la habilitación que le permite comerciar en ese lugar.
"Estoy dispuesto a pagar con mi vida para defender mi trabajo. Yo no soy piquetero, ni soy delincuente, yo laburo para darle de comer a mi familia, hace 40 años que trabajo en este puesto", manifestó en Crónica.
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El hombre, con un cuchillo en el cuello, prometió abandonar el puesto sin lastimarse si el gobierno de la Ciudad le firma un acuerdo con su abogado donde garantizan que no le quitarán su puesto.