“Les agradezco este recibimiento, tanto cariño a los cordobeses, Córdoba es mi hogar”, dijo anoche Mauricio Macri, en la calle Río de Janeiro de Villa Allende, antes de ingresar a cenar al restaurante Inmigrantes.
Macri y su esposa Juliana Awada llegaron hasta el local gastronómico de moda en las Sierras Chicas acompañados por militantes de Cambiemos –mayoritariamente del PRO- y vecinos que hicieron un pequeño acto de apoyo en el playón del Polideportivo Municipal: carteles que quedaron de la campaña #SíSePuede ilustraban el apoyo al Presidente. Y faltos de imaginación, los militantes cambiemitas corearon el “A volver, vamos a volver” del Frente de Todos.
La provincia de Córdoba es un bastión derechista: el 27 de octubre, en esta provincia, Macri logró 61,5% de los votos. Su aliado, el gobernador peronista Juan Schiaretti fue el gran elector. En Mendiolaza, donde siete countries están construidos a su alrededor, Macri logró 70% de los votos. Pero en barrios populosos de la Capital, como Villa El Libertador, la alianza derechista Juntos por el Cambio alcanzó 60%, en Congreso 65%, y en Vicor, 63%.
Un discreto, pero fuerte operativo de seguridad, se montó desde las 20 en la zona del Polideportivo Municipal, pero finalmente cerca de las 22.30 Macri ya se retiró a descansar, nuevamente, al hotel boutique Scratch de la calle Lisboa, también en Villa Allende.
La concentración espontánea para saludar al Presidente, no había sido espontánea, como ocurrió el sábado en Mendiolaza, donde un puñado de vecinos esperó a Macri en la Municipalidad para sacarse fotos. Ayer, los vecinos y votantes macristas de Villa Allende habían sido convocados por militantes, dirigentes y funcionarios del PRO de las ciudades de Sierras Chicas quienes comenzaron a activar en los grupos de Whatsapp: “MAURICIO MACRI EN VILLA ALLENDE. Hoy a las 21:30 hs en la Estación Turismo del Polideportivo va a estar nuestro Presidente Mauricio Macri! Vayamos a manifestarle nuestro agradecimiento por estos cuatro años y a seguir apoyando el cambio que votamos millones de argentinos!!!”; decía el mensaje que se replicó durante todo el día para asegurar presencia en el acto de anoche.
El domingo, como adelantó El Destape, Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada se levantaron a media mañana. Habían dormido en el hotel boutique de Manuel Tagle, presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba. El desayuno fue compartido, entre otros, con Pedro Dellarossa -intendente de Marcos Juárez, primero del PRO en ser elegido fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-; el asesor presidencial José Torello –ya había jugado golf el sábado a la mañana en el country El Terrón- y otro matrimonio llegado desde Buenos Aires. La sobremesa del desayuno se extendió con charlas de política y economía: Macri reiteró que encabezará desde el llano la oposición, y los empresarios contaron sobre el rumbo de sus inversiones.
Pese a los deseos de Macri de convertirse en el líder opositor, se encuentra con algunos obstáculos: dentro del PRO, el principal dirigente con poder real es Horacio Rodríguez Larreta, que consiguió con 55% de los votos su reelección como Jefe de Gobierno porteño; mientras que desde la UCR, su presidente del Comité Nacional, el mendocino Alfredo Cornejo ya anunció que quiere desbancar al cordobés Mario Negri de la jefatura del bloque radical y del interbloque de Cambiemos.
Al mediodía, el matrimonio presidencial fue a almorzar al restaurante Las Arozas de Mendiolaza junto al intendente local Daniel Salibi y a Dellarossa de Marcos Juárez. Este último es el primer intendente PRO elegido en el interior del país: en septiembre de 2014 en Marcos Juárez nació oficialmente la alianza entre el PRO y la UCR. “Almorzamos con Juliana y Mauricio. Hablamos de la vida y de la familia, y por supuesto también de actualidad política, del presente y el futuro. Fue un orgullo compartir un lindo momento con nuestro Presidente. Vamos a seguir trabajando por la Argentina que todos nos merecemos”, tuiteó Dellarossa. El intendente macrista de Marcos Juárez es hijo de Henry Dellarossa, un vecinalista que fue intendente durante la pasada dictadura cívico militar y ya en democracia se alió a Eduardo Angeloz, Ramón Bautista Mestre, José de la Sota y Carlos Menem.
El almuerzo en Las Arozas fue variado: de entrada hubo empanadas de vacío y provoleta. De menú principal, pastas, carnes y pescados. De postre, helado, ya que Mauricio Macri es un gran catador de helados. A la hora de la siesta, el Presidente eligió ver el GP de Fórmula 1 en Brasil en vez de dormir. Luego, volvió a su pasión: nuevamente en la cancha del country El Terrón en Mendiolaza disputó una media vuelta a solo nueve hoyos con Eduardo “Gato” Romero, Tagle y Torello.
A la noche, pasó a saludar a la militancia por el Polideportivo Municipal y luego cruzó la calle para cenar en el restaurante Inmigrantes. A las 23 ya estaba nuevamente descansando en el petit hotel Scratch de Manuel Tagle. Esta mañana, Macri jugó una media vuelta a nueve hoyos en el Villa Allende Golf invitado por el intendente local y ex golfista internacional Eduardo “Gato” Romero. Después de almorzar, regresó a Buenos Aires.
El Presidente regresará a Córdoba en los primeros días de diciembre, quizá antes del acto en Plaza de Mayo convocado para el 7 de diciembre por Twitter por el propio Macri como despedida de su gobierno.