El presidente Mauricio Macri expuso en la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) y no pudo evitar reconocer el peso que la inflación tuvo sobre el poder adquisitivo de los argentinos que ya no pueden acceder a un asado o salir a divertirse. Este drama económico fue, durante cuatro años, uno de los más minimizados por el Gobierno que llegó a la marca de un 47% de inflación en 2018.
"Lo que más sufre el argentino de a pie, el común, lo que más sufre la familia argentina, la heladera, es la inflación, el llegar con su salario y encontrarse en el supermercado '¿otra vez aumentó ésto?'. Es desesperante, es angustiante", dijo el mandatario que reconoció la difícil situación que vive el país. "No existen las palabras para describir lo que se que les pasa a todos los argentinos", agregó.
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En esta línea, Macri remarcó: "Tenemos que resolver (este problema). No podemos seguir engañándonos, seguir diciendo que ésto se arregla creciendo". De este modo, rechazó la promesa que ellos mismos establecieron y agregó: "Todos queremos crecer, ¿quién no quiere que un argentino tenga acceso a un buen asado, a poder ir a un cine, a una vacación?. Todos queremos lo mismo".
Pese a haber reconocido el debacle económico, volvió a echarle la culpa al pasado: "El tema es que tenemos que reconocer, después de 80 años de errores, que hay que corregir algo que ya se corrigió en todas partes del mundo".