Mauricio Macri viajó a Nueva York, Estados Unidos, para participar de la cumbre anual de Naciones Unidas (ONU), en lo que puede ser su último discurso como presidente de la Argentina. El mandatario aprovechó la ocasión para brindar un mensaje de campaña de cara a las elecciones generales del 27 de octubre.
El jefe de Estado hizo foco, al final de su intervención, en la "incertidumbre" que atraviesa el país y destacó: "Mi prioridad absoluta es ocuparme de todos ellos y llevarles alivio para transitar este momento". En ese contexto, remarcó, decidió viajar a Estados Unidos para compartir su "balance de la inserción de la Argentina" en el mundo durante su mandato.
Macri señaló que ese es el camino para mejorar la situación de los argentinos: "Estoy convencido que para crecer y desarrollarnos, para tener la vida que nos merecemos, tenemos que integrarnos más al mundo y desplegar todo nuestro trabajo y talento. Sé que podemos hacerlo, depende de nosotros". Un claro mensaje electoralista.
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Antes de ello, en un breve discurso ante mandatarios de todo el mundo, el Presidente hizo hincapié en la necesidad de "enfrentar juntos los desafíos globales", en "busca de consensos y acción colectiva" porque "el mundo es mucho más una oportunidad que una amenaza".
Por eso, aseguró que su Gobierno se enfocó en "construir confianza internacional, diversificar socios, ampliar espacios de cooperación y buscar ámbitos donde la Argentina pueda desempeñar un papel protagonista". Asimismo, enfatizó que en estos cuatro años buscó avanzar en la lucha contra el narcotráfico y el lavado de activos, así como contra el cambio climático y la apuesta por un desarrollo sustentable.
También hizo foco en las políticas tendientes a avanzar en la igualdad entre mujeres y hombres, la integración regional en manos del Mercosur y el avance de un acuerdo entre este bloque con la Unión Europea, el cual calificó como "sin precedentes.
Por último, no dejó pasar la oportunidad de apuntar contra el gobierno de Nicolás Maduro, en Venezuela, al que se refirió como una "dictadura" que llevó a ese país a "una crisis humanitaria sin precedentes" que, a causa del "éxodo masivo de millones de venezolanos", afecta "gravemente la estabilidad y gobernanza de nuestra región".
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