Los gremios y empresarios automotrices consensuaron un proyecto para revertir la profunda crisis en la que está sumergido el sector y encarar los próximos diez años. En la sede de SMATA, los integrantes de la actividad le presentaron propuestas al presidente, Alberto Fernández. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, se comprometió a trabajar sobre estos acuerdos para cerrar un plan para marzo.
El sindicalista de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor, Ricardo Pignanelli, presentó junto a las cámaras de las automotrices y concesionarias el “acuerdo social y productivo para el sector automotor: visión 2030”. Esta propuesta de los privados comenzó a dialogarse en febrero, en momentos en que Mauricio Macri continuó con medidas que golpearon fuertemente al sector.
Alberto ratificó que su mandato cuidará a la alicaída industria nacional. Debido a su ajetreada agenda, el Presidente arribó luego del inicio de la exposición y se retiró antes del final, pero se llevó todos los aplausos. Se desconocía su horario de llegada, pero el preludio lo indicó un vaso de agua saborizada de pomelo que sirvieron sobre la mesa en el medio de la disertación del presidente de Ford Argentina, Gabriel López.
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“Este encuentro sintetiza lo que le estamos proponiendo a los argentinos. Una sociedad donde todos ganan: el que invierte, el que trabaja y el que consume”, planteó. Se distanció del gobierno anterior al pedirles a ambas partes: “Si nos dejan un lugarcito en la mesa, yo les prometo que vamos a hacer que el Estado ayude”. La industria trabaja al 62% de su capacidad instalada, de acuerdo al Indec para octubre, pero la automotriz sólo en el 43%. “Hoy en día sólo estamos produciendo un tercio de lo que podríamos”, se hizo eco el mandatario.
Efusivo sobre el final, Fernández aclaró: “Nosotros vamos a hacer del Mercosur lo que es, nuestro espacio común desde donde hacerle frente a la globalización. Vamos a abrir mercados siempre que no perjudiquen a la industria”. Adelantó que esa guía utilizará para el pre acuerdo que firmó Macri con la Unión Europea.
En su proyecto, las compañías para 2030 se comprometen a duplicar las inversiones, hasta los U$S 12.000 millones, y multiplicar por seis la producción desde las 315.000 unidades de estos años. De acuerdo a los privados, la capacidad instalada les permite fabricar ahora 1,3 millón de vehículos.
Además, esperan aumentar los 200.000 puestos de trabajo directos actuales a 464.000, lo que implicarán 1.300.000 empleos totales. El sector prevé incrementar las exportaciones desde los U$S 8.800 millones a U$S 46.000 millones, que equivalen a 1,4 millón de autos.
Todo esto impactará directamente en la recaudación impositiva, que la triplicará por encima de los U$S 10.000 millones para la próxima década, y en el peso de la actividad, que pasará del 0,8% del PBI al 2%.
Sobre el final del acto, el ministro de Desarrollo Productivo recibió en mano el acuerdo y se comprometió a trabajar sobre él durante todo el verano “para tratar de tener a principios de marzo un proyecto consensuado para toda la cadena automotriz”.
Se sentaron en la mesa de exposiciones Pignanelli, titular de la UOM, Antonio Caló, Kulfas y el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, junto a múltiples representantes de los empresarios. La única mujer que tomó la palabra fue Isabel Martínez, de ADIMRA. Acompañaron en los costados del escenario, el jefe de la cartera de Salud, Ginés González García, y el de la de Ciencia, Roberto Salvarezza, la vicegobernadora bonaerense Verónica Magario, y el ministro de Producción provincial, Augusto Costa.