El ministro de Economía, Martín Guzmán, explicó que Mauricio Macri no dejó ordenadas a las cuentas públicas, más allá de la profunda estanflación que generó en cuatro años. Analizó que existe una inercia sobre los precios que, vía expectativas, neutralizaron todas las medidas para frenar los aumentos que tomaron Cambiemos y el FMI.
Con una copa de gaseosa de lima en la mano, el economista que trabajó con el nobel Joseph Stiglitz reveló que “las cuentas no han estado equilibradas”. El planteo de Guzmán en el brindis de fin de año en la sala de prensa del ministerio contradice las declaraciones del expresidente quien, en cada oportunidad aseguró que dejó “bases sólidas” sobre las que generar desarrollo.
“En los años anteriores hubo un mal entendimiento de la transmisión de la política monetaria a los precios”, analizó. “El programa macroeconómico del gobierno anterior, acordado con el Fondo, incluyó un programa de contracción monetaria que suponía que iba a darse una retracción equivalente en precios, que no ocurrió”, marcó. Esto lo explicó con que “ha habido un mecanismo de inercia”, por lo que planteó el Ejecutivo el acuerdo de precios y salarios, cuyo preludio fue firmado esta tarde por Alberto Fernández junto a representantes empresarios y de la CGT.
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Entre sus inquietudes, Guzmán admitió que se encuentra salir de la crisis. “Lo que más me preocupa es estabilizar a la economía argentina y encaminarnos en un proceso de desarrollo sustentable”, lanzó.
No obstante, aclaró que se tratará de un proceso de larga duración: “No se puede pasar a superávit primario de un momento a otro para que la economía esté en un sendero sostenible”. “Tomamos decisiones para que no aumente el déficit este año. Hemos marcado un camino de definir resultados primarios y externos consistentes”, reflexionó.
Consultado sobre el desafío de dirigir la economía en la crisis, a tan solo 17 días de desembarcar en Argentina el ministro respondió: “Es el lugar en donde quería estar. Vale más poner el conocimiento al servicio del país. Uno se ha preparado para esto”.
En ese sentido, se mostró conforme con la “relativa paz” conseguida después de tanta incertidumbre. “Seguimos trabajando en esa paz para resolver los problemas de la economía. Esperamos que sea un 2020 mejor”, pidió.
Negociación con los bonistas
El ministro admitió que el Gobierno tramitó el jueves una invitación a los acreedores de la deuda soberana para participar del proceso de renegociación. Para esto, les han pedido que les envíen propuestas a la Secretaría de Finanzas hasta el 3 de enero, para tener una imagen más acabada de las pretensiones de los bonistas. Tras esta predisposición, el riesgo país se derrumbó y se dispararon las acciones argentinas.
En la reestructuración trabaja la unidad asesora de la deuda, con los ex funcionarios Daniel Marx y Adrián Cosentino. Como había revelado El Destape, el primero de ellos le esbozó un borrador a Guzmán, donde le recomienda llevar a la mesa un 20% de quita de capital, de la mitad del interés y un aplazamiento por cinco años de los vencimientos.
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