En la presentación de la oferta de reestructuración a los tenedores de bonos en moneda extranjera bajo legislación neoyorquina, el ministro de Economía, Martín Guzmán, adelantó que también busca cerrar un período de gracia con el FMI. Si bien el Gobierno mantiene conversaciones desde antes de diciembre con el organismo multilateral, recién podrá firmar un nuevo acuerdo cuando termine de canjear los títulos de deuda con ley estadounidense y argentina.
"Tenemos una situación de deuda que no podemos enfrentar con el FMI. Continuaremos trabajando de forma constructiva, como viene ocurriendo, para tener un nuevo programa que implique que Argentina no tenga que hacer ningún desembolso de pagos de capital adeudado al Fondo en los próximos tres años", sostuvo el mandamás de Hacienda al final de su exposición en la Quinta de Olivos. Casi pasó por desapercibido ante los gobernadores presentes física o virtualmente, y los millones de ciudadanos que lo vieron por televisión mientras hacían las cuentas con los números que había presentado minutos antes.
Hace dos meses, El Destape había adelantado que el Palacio de Hacienda vio una disposición en el Fondo en aceptar un período de gracia de tres a cuatro años antes de empezar a pagar el crédito de U$S 44.000 millones que la ex directora gerenta Christine Lagarde le entregó a Mauricio Macri. La apuesta de la economista le sirvió para catapultarse a presidenta del Banco Central Europeo, un organismo que le permite gran presencia en la política local francesa, acorde a sus aspiraciones políticas. Para Cambiemos, en cambio, este "aporte de campaña" (como lo denomina con agudeza el humorista Sebastián 'Rinconet' Fernández) sólo le sirvió para terminar su mandato.
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Guzmán se había reunido con Kristalina Georgieva incluso antes de ser designado oficialmente como ministro por Alberto Fernández. Desde ese momento, el funcionario le planteó que la deuda pública argentina que dejó Macri es "insostenible", palabra que consiguió que el FMI hiciera propia luego de que le permita revisar las cuentas públicas.
El Fondo también apoyó activamente las gestiones de Guzmán ante los acreedores cuando les pidió un recorte de entre U$S 55.000 millones y U$S 85.000 millones por una década. La propuesta que elaboró el equipo del Palacio de Hacienda, que tiene en su mesa principal al secretario de Finanzas, Diego Bastourre, y al subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tosi.
El Gobierno les propone a los acreedores privados con bonos en moneda extranjera bajo ley neoyorquina por U$S 68.000 millones una quita del capital del 5,4% y del 62% de los intereses, además de recién comenzar a pagar desde 2023. Esto será con una tasa inicial del 0,5% que irá en aumento progresivamente. El interés promedio será del 2,33%.