11 de diciembre, 2019 | 16.36

María Eugenia Vidal deja una Provincia en default y con más de cinco millones de pobres

Tras la gestión de la gobernadora de Cambiemos, escalaron las carencias en las familias más vulnerables.

La gestión de María Eugenia Vidal dejó en la provincia de Buenos Aires más de cinco millones de pobres. La toma de mando de Axel Kicillof se da en el peor momento desde la salida de la crisis de 2001, en el que el 38% de los bonaerenses vive debajo de la línea de pobreza y el 9% gana menos de lo necesario para acceder a la canasta alimentaria. Esto fue consecuencia de la contracción del 5,3% que sufrió la economía en estos años y del menor poder adquisitivo fruto de la inflación desmesurada que generaron las políticas de Mauricio Macri. Para peor, las cuentas no cierran para que Buenos Aires afronte los multimillonarios compromisos de deuda que tomó la gobernadora de Cambiemos.

La pobreza alcanzó a un 38,4% de los bonaerenses en los primeros seis meses de este año, que equivale a 5.508.317 personas. A la par, son indigentes un 8,7% de la población, de acuerdo al último informe de Idesba; es decir, 1.249.923 individuos.

Resulta escandaloso que, entre el primer semestre de 2018 y el de 2019, 1,2 millones pasaron a considerarse nuevos pobres y 394.000 de nuevos indigentes. Esto equivale a una suba del 25% de la pobreza y 45% de la indigencia. La situación empeoró aún más en el segundo semestre debido al efecto de la devaluación en los precios y a la contracción salarial, pero los datos por ahora no han sido relevados.

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La medición de Idesba va en línea con el 40,8% de pobreza que proyectó a nivel nacional la Universidad Católica Argentina para el tercer trimestre. Sin embargo, pocos organismos cuentan con la estructura necesaria para llevar adelante un sondeo preciso de estos indicadores, como sí lo tienen el Indec y los organismos provinciales.

La imposibilidad de millones de cubrir sus necesidades básicas se explicó por los desastres económicos que se continuaron durante el gobierno de Cambiemos. La actividad de la Provincia sufrió una recesión del 5,3% en los primeros tres años y medio de la administración de Vidal. El valor actual recién puede compararse con el registrado siete años y medio atrás, de acuerdo a las cifras que releva el organismo de la CTA de los Trabajadores.

Dentro de la economía, la industria se hundió 7,7% de diciembre de 2015 a julio de 2019. En los primeros siete meses de este año, la actividad fabril se contrajo 9,3%, con caídas lideradas por el sector textil, la automotriz y el de caucho y plástico. La construcción, en tanto, retrocedió un acumulado de 17,3%. Hasta octubre de este año cerraron 1.356 empresas de esa actividad, un escenario que terminará de analizar Augusto Costa como nuevo ministro de Producción.

Como consecuencia de todo esto, la desocupación se incrementó 1,6 puntos porcentuales al 12,4% entre el segundo trimestre de 2016 y el de 2019. La Provincia dejó en la calle a 46.481 trabajadores registrados en toda la gestión de Vidal, que cayeron casi directamente en la pobreza. Un asunto que ocupará gran parte de la agenda de Mara Ruiz Malec, la economista de la Fundación Germán Abdala que lidera el Ministerio de Trabajo desde el 10 de diciembre.

La pobreza golpeó también a muchos empleados que conservan su puesto, gracias a la incesante pérdida de poder adquisitivo. La suba de precios, que tuvo en la cabeza a los alimentos, lo que amplió aún más el universo de bonaerenses pobres. A nivel nacional, este año cerrará con una inflación cercana al 55%, de acuerdo al relevamiento de expectativas de mercado del Banco Central.

Vidal le deja a Kicillof “tierra arrasada”, como apuntó el flamante gobernador en su discurso inaugural ante la legislatura provincial, en referencia al documental de Tristán Bauer, ahora ministro de Cultura nacional. Pero al Frente de Todos se le dificultará atender esta crisis sin que antes el flamante ministro de Hacienda, Pablo López, resuelva el default virtual que heredó.

La deuda provincial se disparó 474% a $ 701.087 millones en el período de Cambiemos, según los cálculos de Idesba, sin que ello se destine a mejoras para la población. El grueso de ese pasivo se tomó en dólares para colaborarle a Macri en conseguir divisas que alimenten la inédita fuga de capitales. El aumento del pasivo público se considera grosero por donde se lo mire. En la medición per cápita subió de $ 7.328 a $ 40.362 desde el inicio al fin de la gestión Vidal. 

Gran parte de estos bonos vencen en el corto plazo, lo que implica una mochila pesada para una provincia en crisis. En los primeros cuatro años deberían abonar $ 570.000 millones, lo que López discutirá con los acreedores luego de que Alberto Fernández rubrique un acuerdo por títulos soberanos. Esto será, no sólo porque le convendrá seguir las pautas nacionales, sino porque impondrá una ventaja en la negociación.

En este contexto, serán más que relevantes los aportes que realice Cristian Girard desde el ARBA. Vidal deja las cuentas provinciales desordenadas, lo que implica un doble esfuerzo para el organismo recaudador bonaerense ante la alta evasión a la que acostumbran los grandes contribuyentes.

Todo esto será coordinado por Carlos Bianco. El doctor en desarrollo económico, recientemente apuntado jefe de Gabinete, es un hombre de extrema confianza de Kicillof y dueño del Renault Clío con el que el equipo del Frente de Todos recorrió Buenos Aires.