Esta tarde se realizó la quinta Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil organizada por familiares de víctimas, junto a organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos. Según sus registros, desde la vuelta de la democracia hubo más de 6.500 casos de asesinatos, torturas seguidas de muerte en cárceles, comisarías y desapariciones.
La marcha partió del Congreso de la Nación y llegó a Plaza de Mayo, donde se leyó un documento en el que aseguraron que miembros de las fuerzas de seguridad asesinan a un joven cada 21 horas. La movilización se repitió en Córdoba, Rosario, Mendoza, Mar del Plata y exigieron: "Ni un pibe menos ni una bala más. El Estado es responsable. Todos los gobiernos matan y desaparecen personas. Que no nos maten aquí ni allá".
Al respecto, pusieron el ejemplo de los jóvenes de San Miguel del Monte que murieron tras una violenta represión de la Policía Bonarense: "Lo único que hicieron fue juntarse en la plaza. La impunidad que pretenden imponer hace que nosotros sigamos con las marchas en todo el país. El gatillo fácil es una forma de represión del Estado".
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La marcha se vio envuelta por las consignas: "Basta de torturas y muertes en cárceles, comisarías, institutos de menores y otros lugares de detención; basta de desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y causas armadas; libertad a las/os presas/os políticas/os; no a la reforma del código penal y la implantación de la 'doctrina Chocobar'", en referencia al policía que mató por la espalda a un delincuente y fue recibido con honores por el Gobierno.
El reclamo se orientó hacia miembros de distintas fuerzas de seguridad, entre ellas Policía Bonaerense, Policía Federal, Policía de la Ciudad y Prefectura Naval, y también contra el Gobierno Nacional por considerar que hubo casos en los que "no intervinieron".