Maier: "Con la cárcel no se va a conseguir un mundo mejor"

09 de enero, 2015 | 13.05

Por Mariano Parada Lopez
Redacción El Destape
@mparadalopez

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Julio Maier es un experto en derecho penal que descree de la cárcel como método de castigo. Fue mencionado por Zaffaroni para que integre la Corte Suprema de Justicia, algo que Maier recordó que el ex ministro del máximo tribunal ya sugirió en 2003, año en el que fue nombrado para el cargo más alto que puede aspirar un jurista en el país.

Este profesor de la UBA conoce lo que es integrar un cuerpo colegiado, ya que integró entre 1998 y 2008 el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. Con una tonada cordobesa inconfundible, atendió a El Destape para hablar varias cuestiones ligadas a la situación judicial y planteó que el derecho penal será reemplazado en algún momento, aunque esquivó responder si aceptaría integrar la Corte.

El Destape: -¿Cómo tomó que Eugenio Zaffaroni lo haya mencionado para ser juez de la Corte?

Julio Maier: -Lo hizo de puro cariño, pero no es autoridad (para nombrarlo como ministro de la Corte). Con Raúl tengo una conversación normal y esto lo había dicho cuando asumió, pero no tuve posibilidades de llegar como Raúl o (Ricardo) Lorenzetti.

ED: -Varios dirigentes de la oposición se niegan a completar la Corte Suprema en 2015, ¿qué piensa de eso?

JM: -No creo que la Corte pueda funcionar con cuatro miembros, así como un jurado que tiene 12 miembros no puede funcionar con 11. (El restante) tiene que deliberar con los otros 11, de la misma forma la Corte tiene que deliberar con 5. Puede llenar con jueces que lo reemplacen en un funcionamiento que no es normal. A veces ocurre cuando un juez es recusado o se excusa.

ED: -¿Usted cree que debería haber penas alternativas a la cárcel?

JM: -Yo soy contrario a la cárcel. La admito en ciertas ocasiones de delitos gravísimos porque culturalmente estoy unido a ella. No creo que la cárcel sirva para reinsertar a nadie, así como los animales en un zoológico no se reinsertan en la selva. La cárcel normalmente nos enseña bastante más de lo malo que lo que sabemos. Usted aprende cosas para soportar el problema de estar prisionero. La pena de prisión solo ha tenido una difusión cultural universal porque ha reemplazado a la pena de muerte y ese es el único punto a favor. Las otras cosas que dice los criminólogos me parece pura cháchara (sic).

Tampoco estoy dispuesto a aceptar que una persona que se dedica a matar ande por la calle Florida totalmente libre. El movimiento en materia penal que habla de un derecho penal mínimo más de 20 o 30 delitos no soporta esta situación. Sobre todo está hecho para la violencia y el fraude. Las demás cosas tienen poco que ver. No me gusta ninguna pena.

ED: -¿Cuál sería la alternativa?

JM: -Sé positivamente que la pena no es un sanalotodo (sic) de toda enfermedad social, guste o disguste. Hay ciertos hechos, reglas de conducta que conforme a nuestra cultura soportan este extremo que es la prisión y otras que se podrían reemplazar con otras penas. De todos modos las partes negativas (de la cárcel) creo saberlo: no existe esa reinserción social por intermedio de la prisión.

La pena tampoco cumple un carácter preventivo. Yo soy un contrario total a la pena de muerte, pero si me preguntan cuál tiene mejor carácter preventivo no dudaría en decir la pena de muerte. No vi a nadie que la haya sufrido y volvió a cometer un delito. Me parece una pena inhumana, degradante y el hombre no está autorizado a matar sus semejantes.

ED:-¿Observa que en el fuera penal esta línea que usted sostiene se ha seguido?

JM: -En la realidad las cosas no han ido tan bien como han sido en la academia. Lo que se conoce como derecho penal mínimo, defendido por principales juristas que se han encargado de este tema. Los libros que han estudiado el problema son mayoría. En Alemania han conseguido aproximadamente que el 75% de las penas privativas de libertad hayan sido reemplazadas por otras.

ED: -¿Cuáles han sido esas penas?

JM: -Alemania ha reemplazado con los días/ multa. Primero lo que se fija son los días y cuánto es cada día multa según el patrimonio del condenado. El derecho administrativo conoce esta situación, para los que quieren contratar con el Estado se confecciona una lista y los que lo desean integran esa lista dado una serie de informes que permite que el Estado sepa con quién está contratando. Sacarlo de esa lista cuando no cumple un contrato me parece inteligente.

El derecho administrativo tiene una serie de remedios para la conducta desviada que podrían servir de ejemplo para saber lo que tenemos que hacer en el derecho penal. En gran medida el derecho administrativo va a suplantar a lo que hoy llamamos derecho penal.

ED: -Cada vez que hay algún caso de homicidio suelen levantarse voces que piden más penas, ¿Qué opina?

JM: -Pareciera ser que algunos políticos creyeran que la pena es un sanalotodo de cualquier enfermedad social, no es así ni lo van a conseguir. La gente tiende a pensar eso. Dentro de la cárcel se cometen muchos delitos. No se crea que la cárcel es un lugar impoluto. En la cárcel se siguen cometiendo delitos, hay argumentos de poder en la cárcel, gente que maneja esto. Los presos forman una sociedad que tiene ciertas reglas. No van a conseguir mediante la pena un mundo mejor. La gente cree que es así y que el derecho penal le va a solucionar las cosas, que la pena tiene alguna característica milagrosa. No va a funcionar.

ED: -¿Qué opina de la expulsión de extranjeros que cometan delitos tal como está planteado en el nuevo Código Procesal Penal?

JM: -Estoy en contra. El proyecto del Código Penal hace funcionar la extranjería como forma de expulsión después de la condena como forma de sanción al que comete un delito. El Código Procesal Penal es peor, porque sin condena, antes del juicio, le dice al extranjero "si te vas y no volvés, te perdono". No me gusta eso ni tampoco después de la condena. El problema de la admisión y la expulsión de extranjeros no es un problema de la ley penal, es un problema de la ley administrativa. La ley de residentes regula bien, no entiendo por qué se metieron los procesalistas. El Código Penal y el proyecto del Código Procesal Penal se meten al divino botón con este problema, como si fuera uno una pena y otro una forma de evitar el procedimiento. Se confunden las cosas.

ED: -¿Cómo observa la disputa entre el fuero federal y el Poder Ejecutivo?

JM: -No estoy en el día a día más que como un ciudadano sin demasiados recursos de información. Pertenezco a Justicia Legítima, una minoritaria agrupación sobre la justicia que al menos por el momento tiene menos institucionalidad que la Asociación de Magistrados.

No observo que exista una pelea, solamente opiniones del lado político y de la gente que apoya al Gobierno en contra de los jueces federales y opiniones de los jueces, de una agrupación que no pertenezco, que han aplaudido al doctor Bonadio.