Una de las tareas centrales del primer año del gobierno de Mauricio Macri va a ser normalizar el sector externo, cuestión que Cambiemos necesita para cumplir con la entrada de dólares masiva que sus figuras prometieron durante la campaña. Uno de los obstáculos más grandes que se presentan entre la idea y su realización está en el tribunal de Thomas Griesa en Nueva York, ya que el juicio con los fondos buitre no tiene más instancias de apelación y el único camino disponible es el de sentarse a negociar.
Las claves del enfoque del macrismo para la recta final de la crisis de la deuda están en los antecedentes y las necesidades. Tanto el presidente electo como sus funcionarios mostraron gestos de acercamiento amable hacia los buitres en años anteriores, y durante 2015 reconocieron que necesitarían cerrar el conflicto para tener éxito en su plan económico integral. Por esa razón, miran con interés el plan que en 2014 estuvo cerca de ponerle un fin a la batalla.
Las claves del enfoque del macrismo para la recta final de la crisis de la deuda están en los antecedentes y las necesidades. Tanto el presidente electo como sus funcionarios mostraron gestos de acercamiento amable hacia los buitres en años anteriores, y durante 2015 reconocieron que necesitarían cerrar el conflicto para tener éxito en su plan económico integral. Por esa razón, miran con interés el plan que en 2014 estuvo cerca de ponerle un fin a la batalla.
1. Sin la campaña de por medio, Macri había exigido "sentarse con Griesa y acordar". A mitad de 2014, el entonces Jefe de Gobierno porteño consideró que había que hacer lo que ordenaba el juez de Nueva York. "Ahora hay que ir, sentarse en el tribunal de Griesa y hacer lo que él termine diciendo".
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2. El ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, siempre criticó a Griesa. Sin embargo, también pidió que Argentina negocie mejor. Nosotros nos vamos a sentar a negociar con el juzgado de Nueva York. Tenemos algunas cuestiones puntuales para discutir respecto del fallo del juez Griesa", dijo Prat Gay pocos días antes de que Macri ganara las elecciones. En esa línea sostuvo que "Argentina tiene que pagar lo que debe", pero advirtió que el fallo de Griesa está "sobredimensionado". Según el nuevo ministro, el juez utilizó "intereses punitorios que no responden a un criterio de justicia", y el gobierno kirchnerista "nunca se tomó el trabajo de desafiar esa decisión porque le pareció más conveniente el casillero de patria o buitres". Esta posición es la que Prat Gay sostiene hace años, como puede observarse en su cuenta de twitter.
3. Los fondos buitre le dan el visto bueno a la nueva etapa. Los holdouts sostuvieron el año pasado que tanto Mauricio Macri como Sergio Massa y Daniel Scioli les generaban confianza para reiniciar las conversaciones que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner decidió romper. Ahora, con el nombre del Ejecutivo ya confirmado, empezaron los movimientos para mostrarse dispuesto a iniciar una nueva ronda de negociación.
El New York Times presentó al semana pasada a Jonathan Pollock, el nuevo codirector de Elliott Management (el fondo que encabeza la batalla contra Argentina), y sostuvo que que con Macri en el poder "hay renovadas esperanzas" de que las partes se sienten a buscar una solución al conflicto.
El New York Times presentó al semana pasada a Jonathan Pollock, el nuevo codirector de Elliott Management (el fondo que encabeza la batalla contra Argentina), y sostuvo que que con Macri en el poder "hay renovadas esperanzas" de que las partes se sienten a buscar una solución al conflicto.
4. El plan de resolución se inspira en el acuerdo que casi se cerró en 2014. Los rumores más fuertes plantean que la jugada macrista sería reconocer toda la deuda indicada por el juez Griesa (entre U$S 8.000 y U$S 15.000 millones), y luego pedir un "stay" para empezar a negociar. De esa forma, en paralelo a las charlas el país podría seguir pagando la deuda del canje sin riesgo de embargo e incluso tendría más libertad para tomar nueva deuda.
Una vez en la mesa de negociaciones, la idea sería avanzar con una estrategia similar a la de mediados de 2014. En ese entonces, bancos privados - con el apoyo del Banco Central de Juan Carlos Fábrega - se habían sumado a la mesa y habían logrado acordar con los buitres: ellos les compraban la deuda por el monto reconocido por Griesa y a cambio recibían un bono emitido por el Estado argentino.
El acuerdo original se cayó porque la Presidenta y el ministro de Economía, Axel Kicillof, consideraron que era muy riesgoso y podía derivar en una espiralización de nuevos juicios.
Una vez en la mesa de negociaciones, la idea sería avanzar con una estrategia similar a la de mediados de 2014. En ese entonces, bancos privados - con el apoyo del Banco Central de Juan Carlos Fábrega - se habían sumado a la mesa y habían logrado acordar con los buitres: ellos les compraban la deuda por el monto reconocido por Griesa y a cambio recibían un bono emitido por el Estado argentino.
El acuerdo original se cayó porque la Presidenta y el ministro de Economía, Axel Kicillof, consideraron que era muy riesgoso y podía derivar en una espiralización de nuevos juicios.
5. Macri necesita acordar para sostener su plan económico con la entrada de nuevos dólares de inversiones y deuda. La idea de los funcionarios y asesores del equipo económico es que este tipo de estrategia lorgraría que Argentina sea considerada de nuevo por los mercados mundiales para créditos mucho más accesibles de los que consigue hoy. Con eso sería más fácil concretar las otras patas del plan económico del macrismo, que incluye un "sinceramiento" de la economía mediante un ajuste de variables combinado con "racionalización" de las decisiones monetarias y fiscales, cosas que serían más simples con suba de reservas y colocación de nueva deuda.