Macri y dos puestos clave que aún no cerró: YPF y Aerolíneas Argentinas

27 de noviembre, 2015 | 12.00
Entre el miércoles y el jueves, el presidente electo Mauricio Macri reveló todo su gabinete de ministros, y también buena parte de los secretarios y funcionarios que estarán a cargo de distintos entes públicos, como el PAMI.

Ayer avanzó en cerrar a su ministro de Trabajo, una cartera sensible para toda gestión por los intereses de sindicatos y empresarios, pero todavía restan por anunciar puestos como el de la AFI, Anses, el Indec, la Secretaría de Comercio, más dos jerárquicos clave: quién conducirá Aerolíneas Argentinas y quién será el CEO de YPF.

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Isela Costantini,
la número uno de General Motors y presidente de la cámara que enrola a las automotrices (ADEFA), recibió un ofrecimiento de la futura administración de Macri para hacerse cargo de la conducción de Aerolíneas Argentinas, pero pidió pensarlo.

Costantini, elegida "CEO del año" por sus pares, fue sondeada por referentes de Macri para reemplazar a Mariano Recalde en la conducción de esa "papa caliente" que es la aerolínea de bandera, que mantiene un fuerte déficit operativo.

Según confirmaron los diarios Ámbito Financiero, El Cronista y la agencia NA, el ofrecimiento existió en firme, pero la alta ejecutiva, nacida en San Pablo y con padres argentinos, aún no respondió.

Isela Costantini
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Costantini tiene 44 años y dos hijos, y además de encabezar una de las principales automotrices del país también fue reelecta recientemente para seguir conduciendo ADEFA, la cámara que engloba a las terminales locales.

Aerolíneas vuela con una flota alquilada en su casi totalidad, ya que apenas posee dos aeronaves propias, mientras que Austral tiene dos aviones y otros 20 a medio pagar. Para poder afrontar los salarios, el Tesoro le giró este año unos 550 millones de dólares a Aerolíneas.

Recalde, uno de los funcionarios preferidos por la presidenta saliente Cristina Kirchner, debió recibir del Estado por unos 5.000 millones de dólares a lo largo de siete años de gestión.

En cuanto a la petrolera YPF, donde el Estado es mayoritaria con el 51 por ciento de las acciones, su destino es todavía una gran incógnita. De hecho es el que más hermetismo guarda. Se sabe que Macri pondrá en evaluación de José Aranguren, futuro ministro de energía, el futuro de Galuccio como presidente de la compañía. Pero se desconoce con qué vara juzgará la tarea del petroleo Aranguren, quien también viene del mismo sector ya que fue presidente de la competidora Shell.

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Galuccio quiere quedarse. Está al tanto de los intereses en su contra, pero confía en sus cartas y hace meses que trabaja en su propio relacionamiento político, según confió el diario La Nación el mes pasado.

En ese sentido, tiene relación cordial con Mauricio Macri. Se vieron varias veces. El año pasado lo llamó para criticarle al de PRO la falta de apoyo de sus legisladores a la ley de hidrocarburos que promovía. Luego, por invitación de Macri, fue una mañana a la sede del gobierno porteño en Parque Patricios a debatir sobre energía, recordó el matutino. Y precisó que discutió con Federico Sturzenegger y, un poco menos, con el ex secretario de Energía Emilio Apud. Horas después, Macri lo llamó por teléfono para ver "qué le había parecido" el encuentro.

No obstante, el presidente electo designó al frente de los equipos de energía a Aranguren, y Galuccio podría convivir con él, aunque eso quedará supeditado a los resultados que dará la auditoria sobre todo lo actuado por YPF.

Se sabe que Aranguren cree que la gestión de Galuccio fue buena al principio, pero luego perdió brillo al confundir intereses de la empresa con los del Gobierno. Si fuese su decisión, lo cambiaría. Pero está dispuesto a aceptarlo por un pedido de Macri, quien le reconoce virtudes.