Arrancó la etapa del presidente Mauricio Macri. Con ello, el espectro opositor comienza a reorganizarse y dentro de él, el rol que pueda jugar el Frente Renovador.
Leé "El reordenamiento del peronismo tras la victoria de Macri"
En diálogo con El Destape, el diputado José Ignacio De Mendigurenremarcó que desde el interbloque del peronismo disidente, que será presidido por el ex intendente de Tigre, apuntarán "a colaborar con el quórum cuando haga falta" ya que Cambiemos apenas dispone de 91 bancas cuando el mínimo para sesionar requiere de al menos 130. El FR junto a otros sectores peronistas "no K" superan los 40.
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Consultado sobre los posibles reordenamientos dentro del Frente para la Victoria, el ex presidente de la UIA pidió "esperar". Y agregó: "Primero tenemos que fortalecernos nosotros".
"No tenemos la intención de ir sobre el peronismo, sí de intensificar contactos con todos", dijo. Es que el massismo también ha tendido puentes con sectores radicales, como el actual gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
El ex candidato a gobernador Felipe Solá, en cambio, ve que la cautelar que el macrismo pidió -y consiguió- ante el juzgado de Servini de Cubría podría fortalecer a Cristina Kirchner, ya que "le tocaron el culo (sic) a un león herido". "El fallo judicial, absurdo, amplió la brecha y unificó al Frente para la Victoria detrás de Cristina", agregó.
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En el espacio compartieron cierto gusto amargo por la falta de precisiones económicas en el primer discurso de Macri ante la Asamblea Legislativa. "Esperábamos alguna definición y no la hubo, sí dijo que la situación es grave y lo compartimos. Es más, hay una sensación térmica de que la situación no es tan grave como está realmente", opinó De Mendiguren.
Solá, fiel a su estilo, fue más puntual: "No sabemos cuánto será el período de gracia (del nuevo Gobierno). No conocemos las primeras medidas ni sabemos qué va a pasar".
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