En la previa a su visita a la Argentina, el expresidente de Brasil y líder del PT, Luiz Inácio "Lula" da Silva dialogó con IP Noticias sobre la coyuntura política y económica de la región y se refirió especialmente a las negociaciones entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Es necesario que haya un acuerdo", afirmó Lula da Silva. "Le pido al FMI que no haga presión sobre la Argentina y que haga un acuerdo que permita a la Argentina continuar creciendo y moviéndose y que le permita al pobre argentino tenga condiciones de recuperar su dignidad", expresó al tiempo que sentenció que "el FMI no puede asfixiar a nuestra querida Argentina".
"El compañero Alberto Fernández heredó una herencia maldita tras la aspereza de (Mauricio) Macri en la presidencia", observó Lula. "El pueblo argentino tiene que tener mucha paciencia. Argentina se va a recuperar y la gente se va a quedar más feliz, estoy convencido de eso y de que los pueblos progresistas vuelvan a gobernar la región", afirmó.
En esa línea, sobre su visita a la Argentina en donde, primero, se reunirá en la Casa de Gobierno con Alberto Fernández tras lo cual recibirá el Premio Azucena Villalor, entregado a los defensores de los derechos humanos, y participará del acto del Día de los Derechos Humanos y el Día de la Democracia, expresó: "Para mí es un orgullo inmenso poder participar de un acto que conmemora los 38 años de la democracia reconquistada en la Argentina".
"Además de participar del acto, de tener un encuentro con los sindicalistas voy a poder hacer un gesto de agradecimiento al Presidente, Alberto Fernández, quien fue muy solidario conmigo cuando yo estaba preso", agregó.
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A continuación, sobre las relaciones con nuestro país, explicó: "Argentina es un país muy importante, un compañero comercial, político y cultural. Yo, particularmente, tengo un valor por Argentina muy grande". "La victoria de Alberto y Cristina (Fernández de Kirchner) es una demostración de que el pueblo nunca se puede desanimar y de que es posible recuperar la democracia en la que el pueblo participa de las decisiones", añadió.
"No puedo pensar en un Brasil creciendo solito. Brasil tiene que crecer, Argentina tiene que crecer, Uruguay tiene que crecer, Bolivia, Paraguay, Argentina, porque juntos, todos nosotros en América Latina, podemos ser fuertes", expresó. "Argentina precisa de Brasil de la misma manera que Brasil precisa de la Argentina", insistió.
En esta línea, sobre una eventual segunda ola de gobiernos progresistas, el expresidente brasileño compartió: "Eso espero porque el mejor momento económico, político y social de América del Sur fue exactamente en el período en el que Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay eran gobernados por presidentes progresistas, quienes estaban preocupados por la situación de la gente más pobre. Fue un fuerte momento de inclusión social".
"El pueblo está descubriendo que, aún con muchas dificultades, los sectores progresistas de la sociedad y los gobiernos tienen un compromiso mayor con el pueblo pobre y el pueblo trabajador", analizó. "América del Sur necesita de más oportunidades para que podamos acabar con la pobreza. no puedo comprender cómo Brasil tiene 19 millones de personas pasando hambre", propuso.
"Somos ricos, tenemos materias primas, tenemos planificación, tierra y capacidad productiva y lo único que lo explica (sobre las crisis económicas en la región) es la incompetencia de muchos gobernantes que no saben gobernar para el pueblo pobre", agregó. "Nos merecemos recuperar en el siglo XXI aquello que nos fue sacado en todo el siglo XX", concluyó.