En otra curiosa coincidencia, la Justicia imputó a Hugo Moyano y su hijo Pablo por presuntos manejos irregulares en la venta de entradas de dos partidos de Independiente. Esto ocurre pocos días después del duro documento de algunos dirigentes de la CGT, Moyano incluido, y cuando Camionerosconvocó a una marcha contra las políticas del Gobierno.
La familia Moyano decidió endurecer su postura contra la Casa Rosada, en la misma jornada en la que se conoció que Hugo y su hijo y secretario adjunto de Camioneros, Pablo, fueron imputados en la causa en que se investiga a una asociación ilícita, encabezada por el barrabrava de Independiente Pablo "Bebote" Álvarez, que habría defraudado en millones de pesos al club de Avellaneda.
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Además, el día anterior, el líder camionero había sido blanco de otra causa judicial, esta vez por presunto lavado de dinero en la compra de dos propiedades en Parque Leloir.
Estas investigaciones se suman a otras que comenzaron a moverse en los tribunales en las últimas semanas, entre ellas una por presuntas facturas truchas sobre Camioneros y los Gastronómicos de Luis Barrionuevo que detectó la AFIP y otra contra Moyano y la empresa OCA por presunta evasión y lavado por 4.000 millones de pesos.
"En un contexto económico que se muestra desfavorable a los intereses y necesidades de la mayoría de trabajadores de diversas ramas, llamamos a una movilización en señal de protesta", sostuvo el comunicado de la Federación emitido tras un plenario que concretó este miércoles y que contó con las presencias de Hugo y Pablo Moyano.
Y agregó: "La bronca acumulada de los trabajadores es descomunal, nuestra fuerza es directamente proporcional. Este 2018 puede traer peores condiciones para trabajadores. Necesitamos un plan de lucha independiente de las patronales para enfrentar estas nefastas recetas neoliberales".