El fiscal Alberto Nisman apareció muerto en el baño de su casa con un disparo en la cabeza luego de cuatro días frenéticos que lo tuvieron en el centro de la escena política. La semana pasada el fiscal adelantó su regreso desde Europa, donde se encontraba con su hija, y acusó a la presidenta Cristina Kirchner, el canciller Héctor Timerman y otros dirigentes de acordar un pacto de impunidad con Irán que implicaba la baja de las notificaciones rojas de Interpol sobre ciudadanos iraníes a cambio de petróleo.
Los medios de todo el mundo se hicieron eco de la noticia y esa misma noche el fiscal le dio una entrevista al canal de noticias TN donde aseguró, entre otras cosas, que el memorándum de entendimiento suscripto por Argentina e Irán para avanzar en la investigación del atentado era en realidad un pacto de impunidad. La denuncia comenzó basada en escuchas telefónicas realizadas sobre el teléfono de un ciudadano iraní que, dijo el fiscal, hablaba con un agente de inteligencia y con dirigentes políticos.
El mundo judicial sintió el impacto de la noticia y el kirchnerismo asoció el accionar del fiscal con la salida del temido espía Antonio "Jaime" Stiusso de la Secretaría de Inteligencia. Nisman había presentado la denuncia en el juzgado que encabeza Ariel Lijo, magistrado que trata de esclarecer el desvío de la investigación del atentado en la década del 90, y fue la jueza María Servini de Cubria, de turno en la feria, la que rechazó habilitar el período para investigar el tema porque, entre otras cosas, no había sido acompañado con los "elementos probatorios".
En esos días se cruzó también, a través de los medios, con el canciller Timerman y con el juez que lleva la causa central del atentado contra la mutual israelita, Rodolfo Canicoba Corral. Timerman expuso en dos declaraciones a la prensa -una el jueves y otra el viernes- documentos que indicaban que el gobierno nacional no había promovido la desactivación de las notificaciones rojas sobre ciudadanos iraníes. El juez Canicoba Corral cuestionó el accionar del fiscal por no haberlo puesto al tanto de la investigación que estaba realizando, por no mandar la denuncia a sorteo, e incluso lo sostuvo que el fiscal pudo haber incurrido en actos ilegales con su denuncia.
El tenor de su denuncia hizo que la oposición lo convocara al Congreso para que diera los detalles que no había podido dar ante los medios para no violar el secreto de inteligencia. La convocatoria realizada por la diputada Patricia Bullrich nunca se realizó por el trágico final del fiscal.
Desde el ministerio de Seguridad informaron que Nisman le había dicho a su equipo de custodios que los vería el domingo a las 11 de la mañana. Pero no se presentó a donde los había convocado. Preocupados, los custodios contactaron a su familia porque el fiscal no respondía sus llamados, por lo que acudieron con la madre de la víctima al departamento del piso 13 de una de las torres del complejo Le Parc, en Puerto Madero, donde finalmente fue hallado con un disparo en la cabeza.