Los tres escraches contra el kirchnerismo que no fueron penados por la justicia

El escrache es una modalidad que se utiliza hace varios años como una forma de manifestación contra quien se encuentra "en la vereda de enfrente". Sin embargo, el caso de Milagro Sala ha de ser el primero, al menos en democracia, que fue penado por la Justicia y, desde ya, no fue el más violento.

Para la abogada de la dirigente social, Elizabeth Gómez Alcorta, la condena dictada a su clienta "habilita la criminalización" de la protesta. En declaraciones a Radio 10, la letrada aseguró que a Milagro Sala "la condenaron por la rotura de siete vidrios" durante un ataque en 2009 contra el entonces senador Gerardo Morales, hoy gobernador de Jujuy.

En 2008, en pleno conflicto con la Mesa de Enlace del Campo por la implementación de la conocida 125, Agustin Rossi fue escrachado por varios miembros agropecuarios a su salida de un edificio público en la provincia de Santa Fe. Le tiraron huevos y bosta de caballo. Incluso destruyeron el espejo retrovisor izquierdo y un protestante arrojo una inmensa piedra contra el vidrio de auto, a la altura donde Rossi se encontraba sentado pero, afortunadamente, la piedra revotó contra el blindaje y no causo daños. Nadie fue detenido.

En 2002, Cristina Kirchner fue agredida por un conjunto de personas que después se confirmó eran miembros del gremio de Barrionuevo. Le tiraron huevos durante su discurso en un acto de campaña. "No nos pararon las balas de los militares, menos nos van a parar la patota de los mafiosos", exclamó la ex presidenta tras la agresión. Nadie fue detenido.

En 2012, en pleno cacerolazo contra el Gobierno nacional, un grupo de manifestantes decidió escrachar la casa de Guillermo Moreno, en la que se postraron frente a la puerta toda la noche. Tampoco hubo detenidos ni juicios.