La cumbre con el sindicalismo peronista se concretará a las 15 en la Casa Rosada, con la participación del Gabinete de ministros en pleno. El encuentro previsto de los gremialistas con Mauricio Macri quedará para enero.
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En la interna de la central obrera y en el Ejecutivo coinciden en que la reunión, que por ahora no cuenta con invitaciones a empresarios, servirá también para explorar la opción de iniciar negociaciones salariales por sectores de la economía, sobre la base de las confederaciones sindicales existentes en áreas como transporte, energía, industria y alimentación.
La reunión fue gestionada por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, con referentes de las tres CGT con los que mantiene vínculo frecuente. Las invitaciones llegaron así a Hugo Moyano, como líder del sector de la CGT-Azopardo; a Antonio Caló, jefe metalúrgico y a la cabeza de la central oficial; los "gordos" de los grandes gremios de servicios, como Armando Cavalieri (Comercio) y Carlos West Ocampo (Sanidad); los "independientes" Gerardo Martínez (albañiles), Andrés Rodríguez (estatales) y José Luis Lingeri, los miembros más reconocidos de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), como Roberto Fernández (colectiveros) y Omar Maturano (ferroviarios), y Luis Barrionuevo, el gastronómico y dueño del sello "Azul y Blanca".
No fueron convocados los dirigentes de las dos CTA para no irritar a los sindicalistas peronistas, publica Ámbito Financiero.
Para el Gobierno es vital apaciguar los ánimos gremiales en momentos en que buena parte de las organizaciones demanda un bono de fin de año para compensar la disparada inflacionaria de las últimas semanas. Y también, cuando varios dirigentes anticiparon que irán a la discusión paritaria con pisos de reclamos cercanos al 50 por ciento de aumento.