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Según explicó el representante legal de la revista, Richard Malka, a los periodistas de la zona, se decidió "mantener a Charlie con quienes sobrevivieron: es nuestra forma de decir que no, que no ganaron, que no mataron a la revista".
En una nota en su periódico, el matutino Libération -que ya había recibido a los periodistas de la revista en 2011, tras el primer atentado- aseguró que "la emoción es grande, la atmósfera es grave" y que Richard Malka gritó, al recibir a los sobrevivientes: "El equipo de Charlie, ¡vamos! No nos mataron".
Además, el medio explicó que las nuevas Macs se instalaron en la oficina «Hublot», donde son habitualmente las reuniones de redacción y contó que la seguridad es alta y el personal del medio se ocupa de identificar a quienes ingresan.
Por su parte, Le Monde puso a disposición cinco computadoras, una impresora y un scanner mientras que la ministra de Cultura de Francia, Fleur Pellerin, aseguró que "desbloqueará de urgencia" un millón de euros para la revista.
Además, el grupo mediático del que forma parte el diario británico The Guardian, aseguró que donará a la revista satírica francesa 100.000 libras (unos 128.000 euros) "para garantizar que no sea silenciada", según anunció el redactor jefe del diario británico, Ala Rusbridger, en su cuenta oficial de la red social Twitter.
En Francia, el diario financiero Les Echos acordó contribuir con 250 mil euros y su presidente ejecutivo, Francis Morel, explicó: "No sólo no tuvieron éxito sino que queremos que Charlie Hebdo emerja más fuerte de esta tragedia".