Los laboratorios: un problema sin remedio

11 de junio, 2015 | 19.45
Nací en una farmacia. Bah, en un sanatorio, pero mi vieja era farmacéutica y vivíamos en esos típicos negocios con casa: la farmacia al frente, la casa atrás.

Mis tíos tenían farmacia. Mi hermana, farmacéutica. Desde que tengo uso de razón escucho de hablar de lo mismo: droguerías de mal servicio y precios caros, productos en falta, aumentos y cambios de fórmula, obras sociales que tardan en pagar, laboratorios que te aprietan para que compres paquetes de medicamentos, quién hace el turno y quién no, médicos que hacen recetas "codificadas" para que solo te puedan hacer el remedio en determinada farmacia y las tres preguntas más escuchadas: "¿Aplican inyecciones?"¿Toman la presión?" "¿Anda bien la balanza?" (Si, señora: no es la balanza, ¡es usted!).

Así que esto de los laboratorios y el precio de los medicamentos es un asunto que más que conocer, llevo en el ADN. Es muy parecido a lo que hacen los supermercados: los laboratorios te cambian la cajita, te cambian la cantidad, te cambian el color de la pastilla, y hasta son capaces,para encarecer un producto, de cambiarle el nombre a una enfermedad.

Y una de las armas preferidas de los laboratorios son los visitadores médicos, una especie de Papá Noel que viene con bolsas repletas de cajitas de muestras gratis, lapiceras, anotadores, relojes, bolsosy todo tipo de chucherías con el logo que hacen que la pastillita que debería costar 1 peso, te cueste lo mismo que el cumple de 15 de tu nena.

Es paradójico que al ir a la farmacia, con los precios te vacunen. ¿Cómo puede ser que pagar una aspirina se haya vuelto un dolor de cabeza? Ni hablar de los supositorios...

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Y ojo: con esto no quiero quitarles la responsabilidad a los boticarios, pero los medicamentos son distintos a otros productos: tienen un precio más o menos parecido en todas las farmacias, que de hecho, viene publicado en un vademécum. Los que lo encarecen, en general, no son los farmacéuticos: son los laboratorios.

Y están tan caros los medicamentos que en la calle Libertad te están pagando más por un laxante que por un estéreo afanado.

Algunos médicos, incluso, en lugar de darte una receta por triplicado de Valium, para que te calmes un poco, te recetan Old Smuggler, por triplicado.

Y hay farmacias que se presentan como más económicas, (siempre tienen nombre de Doctor) que para abaratar costos, venden un Redoxón que no es efervescente. Te danun polvito y te dicen: vaya a su casa y échele soda.

Y otras cadenas de farmacias hacen promociones: es tal el costo de los medicamentos que algunas se aliaron con Cristiano Rattazi y ofrecen una tentadora oferta: si comprás dos cajas de pastillas para la hipertensión, te regalan un auto de alta gama.

Mirá si estarán caros los remedios que la policía ya detectó que en el centro porteño, los carteristas que les roban las carteras a las mujeres, dejan la billetera, las tarjetas, pero se llevan las aspirinas y el Evanol.
Están tan caros los remedios que en los bancos ya te alquilan, en lugar de cajas de seguridad, blisters de seguridad.

Y la carestía lleva a un cambio de costumbres: En Palermo Hollywood, los viernes y sábados a la noche, los tipos para hacer rostro ya no revolean la llave del BMW: ahora van revoleando una bolsita de Farmacity.Y el trago más fashion no es el champán, ni el whisky escocés. Los ricos ahora solo piden Hepatalginaontherocks. O BenadrylTonic.

Y como los laboratorios saben que te esquilman con los precios, en la mayoría de los prospectos, en la parte de posología, ya dicen: tómese cada 6 u 8... ¡días!

Por último, fíjate lo caros que están los medicamentos, que en algunas farmacias si llevás una caja grande de Viagra no te regalan un turno en un albergue transitorio: ¡te regalan la habitación, con título de propiedad y todo!