14 de febrero, 2020 | 17.20

Los jubilados de hasta $ 16.200 le ganarán a la fórmula de Macri

La mayoría de los jubilados recibirá más que con la ley de 2017 y le ganará a la inflación de los últimos meses.

El Gobierno decidió un aumento escalonado de las jubilaciones desde marzo de 2020, que favorecerá a la mayoría con respecto a la fórmula de Mauricio Macri y también contra la inflación del último período. La suba será del 2,3% más una suma fija de $ 1.500, lo que implicará un 13% para la mínima. De no haberse derogado la fórmula anterior, todos los beneficiarios de la seguridad social cobrarían un 11,6% adicional desde el mes próximo.

El incremento implica una mejora contra la ley de movilidad de 2017 para quienes reciben haberes de hasta $ 16.200, que abarca a más de la mitad de los jubilados. A partir de este valor, la curva de suba es menor. Por caso, quienes ingresan hoy día $ 20.000 recibirán un alza del 9,8%; quienes tienen dos jubilaciones mínimas 7,6% y los que cobran $ 50.000, sólo 5,3%. Esto va en línea con la meta del Frente de Todos de achatar la pirámide.

La inflación acumulada de noviembre a enero dio 10,6%, a lo que le ganarán las subas del grueso de los beneficiarios del sistema previsional.  La variación también regirá para las pensiones, asignación universal por hijo y asignación familiar.

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En Argentina, 2,8 millones reciben sólo los $ 14.068 del haber mínimo o menos (por pagar la moratoria). Quienes cobran hasta dos mínimas ($ 28.136) suman más de 1,5 millón de beneficiarios y 1,4 millón ingresan más de esa cifra de parte de ANSES.

La suba la formalizará Alberto Fernández por decreto en los próximos días, puesto que suspendió la fórmula anterior por 180 días, hasta junio. El anuncio, realizado en la tarde del viernes, fue postergado seis horas para “cerrar detalles de último momento”, habían admitido desde el Ejecutivo a El Destape. La rueda de prensa la dieron el jefe de Estado, el director ejecutivo de ANSES, Alejandro Vanoli, y la titular de PAMI, Luana Volnovich, desde la Casa Rosada.

En junio habrá otro incremento por decreto, luego de lo cual el Congreso debería tener aprobada una nueva fórmula de actualización para los jubilados. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, acordó armar una comisión para que proponga a qué estarán supeditados los siguientes incrementos automáticos, en respuesta al pedido del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

Si se hubiera mantenido la fórmula anterior, para marzo las personas mayores hubieran recibido un incremento del 11,56%. Hasta diciembre regía la fórmula de movilidad que impuso Cambiemos en 2017, que Alberto derogó por DNU al asumir. Establecía que las alzas dependerían de la inflación en un 70% y en un 30% por los salarios (índice RIPTE).

Su sanción se había dado en años de destrucción de empleo y en el momento en que los aumentos de precios marcaron su mínimo, lo que le garantizó a Macri que los jubilados pierdan poder adquisitivo, el objetivo de la modificación. Esto se materializó en 2018 y 2019, cuando los ingresos reales cayeron 19,1 puntos y 2,1 puntos, respectivamente. En 2016 también habían caído las jubilaciones (-10,2 puntos), pero debido a la profunda crisis que el entonces mandatario trabajó para profundizar, situación que mejoró levemente en 2017 (+3,7 puntos).

Si la fórmula del macrismo se aplicara en un período de estabilidad y desarrollo económico, los haberes crecerían por arriba de los precios. La que Cambiemos eliminó en medio de una feroz represión callejera le brindaba mayor ponderación a la fluctuación de los salarios (50%) y la otra mitad a la variación de la recaudación del sistema previsional (compuesta por aportes, contribuciones e impuestos varios).

Las variables de la actualización que diseñó Cristina Kirchner en 2008 ligaban los aumentos de los jubilados a la suba de los salarios de los trabajadores y la creación de puestos de trabajo. No sólo mejoraban entonces por la expansión económica, sino también con una mayor fiscalización del trabajo formal. Esta fórmula también tenía una intención práctica, ya que de estos factores dependen los ingresos de ANSES. Ante un ascenso en la recaudación, los haberes subían en la misma proporción.

Más allá de las críticas que había cosechado, como que los jubilados peleaban por la canasta básica, garantizaba la sustentabilidad del sistema previsional. La suba nominal macrista no sólo empeoró los haberes por debajo de los U$S 200 que cobraban durante el menemismo, sino que despegó las erogaciones de la recaudación, lo que eleva el riesgo de quebrar el régimen solidario de reparto.