El Grupo de los Seis volverá a dividirse por las opiniones encontradas en cuanto a la posición que debe tomar el frente de empresarios con respecto al Gobierno. En el último tramo de mandato del kirchnerismo están quienes prefieren enfrentar a la presidenta, Cristina Fernández, y quienes esperan terminar el año lo mejor posible. Fue crucial el tema de la ley de abastecimiento.
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El G6, que aúna a los líderes de las cámaras de comercio, construcción, bancos nacionales, Sociedad Rural, la Bolsa y la Unión Industrial Argentina (UIA), volvió a reunirse el año pasado cuando el Ministerio de Economía presentó la nueva regulación de las relaciones de producción y consumo, después de haber estado un tiempo largo sin verse las caras. Pero ahora podría suspender los mitines por el panorama que se abrió tras la muerte del fiscal Alberto Nisman y por los cruces con Cristina por el acuerdo con China.
Desde la semana pasada empezó a mermar el rechazo a la ley de abastecimiento e incluso se generó el escenario para que se cajoneee la apelación y el pedido de nulidad de la polémica normativa que impulsó el ministro Axel Kicillof a mediados del año pasado.
Esto es por dos razones. En primer lugar, por la inclusión del Sistema de Monitoreo de Abastecimiento y Disponibilidad de Bienes e Insumos (Simona), a través del cual el Gobierno planea controlar y prever en qué sectores pueden llegar a faltar productos. "Te confieso que puertas adentro dije que si aplican bien el Simona corremos menos riesgos de que se aplique Abastecimiento", le comentó por lo bajo por estos días al secretario de Comercio, Augusto Costa, uno de los directivos de más renombre en el ámbito privado. Es que con este mecanismo se podrían prever faltantes y, así, los comerciantes tendrían más argumentos para exigir dólares a Economía.
Pero la verdadera razón, asegura un empresario cercano al G6, es que prefieren no enfrentar al Gobierno desde la acusación de la jefa de Estado a los fiscales por armar el "Partido Judicial", ya que volver a judicializar el tema de abastecimiento podría generar críticas desde la Rosada.
Así y todo, hasta hace dos semanas la idea era retomar la apelación a la ley, pero también influyó la emisión de la UIA, en medio de la ausencia de su titular Héctor Méndez, del comunicado crítico al acuerdo con China. Este documento fue también eje de duras palabras de Cristina y generó una cuasi ruptura dentro de la UIA.
Algunos sectores están más cercanos, como las cámaras de comercio (que aceptan el acuerdo con el gigante asiático) y la de la construcción (que depende del Gobierno para que su actividad no caiga), mientras que del otro lado están la Sociedad Rural y el banquero Jorge Brito, siempre enemistados con la Casa de Gobierno.
Por este tema no pudieron emitir una declaración por la muerte de Nisman, lo que desde Balcarce 50 hubiese sido mal visto. Es que los textos del G6 se emiten solo con consenso: si uno solo no quiere, el resto no puede.